Diana Rutkus nació nómade pero esto lo supo muchos años después. Hija de madre equilibrista y trapecista y padre domador de leones y baterista, Diana vivió su infancia entre la carpa del circo y la casilla rodante. Cuando Diana tenía cinco años los padres abandonan el oficio y se vuelven estables. Mucho tiempo después ella decide explorar aquel universo.