Artista reconocido, miembro apreciado, y algo disipado, de la Royal Academy of Arts, Turner vive con su padre, quien también es su asistente, y con su fiel ama de llaves. Es amigo de aristócratas, cliente de burdeles y viaja frecuentemente en busca de inspiración. A pesar de su fama, también es víctima de las burlas del público y del sarcasmo de la sociedad. El fallecimiento de su padre le afecta profundamente, y Turner se aísla. No obstante, su vida cambia cuando conoce a Mrs. Booth, propietaria de una pensión familiar a orillas del mar, uno de sus temas pictóricos.