Para contemplar y considerar "Frankie" hace alusión al apodo de la actriz Françoise Crémont, interpretada por la espectacular Isabelle Huppert. A pesar de que la protagonista le dé el nombre a la cinta del director Ira Sachs, ésta se basa más en un elenco coral, conformado por grandes artistas como Brendan Gleeson, Marisa Tomei, Greg Kinnear y Jéremie Rennier. Sachs, uno de los nombres más importantes del cine independiente en Estados Unidos, dirige y co escribe esta historia que sigue a Frankie pero que hace hincapié a las ramas de relaciones familiares, afectivas y profesionales que la rodean. Todo comienza cuando el personaje encarnado por Isabelle Huppert reúne a sus seres queridos en la idílica ciudad de Sintra, en Portugal, para unas vacaciones especiales. Poco a poco, los demás van descubriendo el porqué de la invitación. En un tono melancólico, con sensaciones en el aire de enfermedad, desamor, muerte y vida, el filme avanza en una historia donde los paisajes y locaciones tienen su propio protagonismo. Después de todo, esta ciudad portuguesa pareciera ser mágica, tal como indica el guía turístico; y mucho tiene que ver el gran trabajo del director de fotografía, Rui Poças ("Tabú", "Zama"). A raíz de los diálogos y los paseos de los personajes, se da espacio a la contemplación y reflexión, aunque éstos casi no cuentan con arcos narrativos o conflictos que se vayan a resolver, de hecho, todo lo contrario. En ese sentido, la cinta de Sachs nos recuerda en algún modo a la trilogía de "Antes del Amanecer", de Richard Linklater, especialmente a las primeras dos. En definitiva, una película sensible, excelentemente actuada y cuya factura técnica repercute en la intencionalidad para contar una historia en la cual a su director le cuesta enganchar al espectador. Puntaje: 6/10 Por Federico Perez Vecchio
Pochoclos y fuegos artificiales Durante la Segunda Guerra Mundial, seis meses después del letal ataque al puerto de Pearl Harbor por parte de la Armada de Japón, hecho que generó el conflicto en el Pacífico entre nipones y estadounidense, se libró la batalla de Midway, la cual ya ha sido llevada a la gran pantalla por otros cineastas. En esta oportunidad, la recreación de esta parte de la historia corre a cargo del director alemán Roland Emmerich, famoso por sus intervenciones en cintas de acción y catástrofe como "El Día de la Independencia", "Soldado Universal", "Godzilla" (1998) y "El día después de mañana", entre otras. Emmerich, uno de lo símbolos de las superproducciones hollywoodenses, apela a un drama bélico "a la antigua" pero utiliza todo el peso de la tecnología actual para crear monumentales y estruendosas escenas de acción. Explosiones y disparos, ataques aéreos y submarinos, escenas grandilocuentes y sin reservas; son el punto más destacado de esta cinta y, en definitiva, su fín. Por el lado narrativo, la película cae en repeticiones que podrían haber hecho un metraje más corto y dinámico, mientras que peca de cometer muchos "cliches" en la confección de sus personajes y sus acartonadas vidas personales. El increíble elenco que reúne este "tanque" -con Woody Harrelson, Patrick Wilson, Luke Evans y Ed Skrein como figuras más destacables en el relato- muestra una sólida actuación a pesar del flojo material con el que cuentan. Por otro lado, la efectiva banda sonora a cargo de Harald Kloser y Thomas Wanker es otro gran componente para las escenas de acción, mientras que la recreación de época resulta impecable. Quizás uno de los momentos más graciosos de "Midway" está en el homenaje al legendario director John Ford, quien participó como oficial de los servicios cinematográficos de la Armada y fue herido en combate. Posteriormente recibió el Oscar a Mejor Documental por "La Batalla de Midway", en 1942. La acción y los efectos especiales deslumbran, "Midway" está dirigida a ese público que busca sentarse, entretenerse con más de dos horas de explosiones sin otro objetivo que el entretenimiento. Aunque su falta de recursos en otros aspectos la vuelvan agotadora en su trayecto, la nueva cinta de Emmerich funciona según sus objetivos. Puntaje: 5,5/10 Por Federico Perez Vecchio
Drama criminal de tintes noir El famoso y talentoso actor Edward Norton debió esperar varios años para estrenar esta película, basada en la novela de Jonathan Lethem de 1999. En este caso, Norton interviene como director -en lo que es su segundo largometraje- y guionista de esta historia de mafia y corrupción política teñida de humor y al ritmo de un jazz melancólico, apoyado en grandes actuaciones. La cinta se centra en Lionel Essrog (Norton), un detective privado que sufre síndrome de Tourette e investiga la muerte de su amigo y mentor, Frank Minna (Bruce Willis). Mientras más información consiga, se irá enruedando en un conflicto político que atraviesa la ciudad de Nueva York. El desarrollo de la historia hará que Essrog se relacione con otros personajes como un arquitecto (Willem Dafoe), una activista social (Gugu Mbatha-Raw) y un poderoso funcionario (Alec Baldwin). Contada en un tono policial oscuro, "Huérfanos de Brooklyn" resalta por el lucimiento de las actuaciones, especialmente la de su protagonista, que sabe explotar la dificultad de su condición y es secundado por un espectacular reparto. La película tiene un desarrollo narrativo clásico, lento y atrapante, pero no logra combinar de la mejor manera todas sus virtudes, incluyendo el mix de géneros. En su afán de tocar varios temas, deja algunos en el camino al igual que unos personajes, que pasan a perderse en la maraña. Las luces de neón y los rostros ensangrentados, el denso humo de los cigarros y los sórdidos escenarios nocturnos del Brooklyn de los ´50, son ejemplos de un soberbio diseño de producción y trabajo de ambientación y fotografía. Mención a parte para la banda sonora, de notable belleza y tristeza para la construcción de las escenas. A pesar de no fluir completamente y no alcanzar las altas espectativas que se plantea, el segundo trabajo de Edward Norton como director resulta un gran paso, con una cinta de alto encanto artístico y un elenco repleto de estrellas. Puntaje: 6,5
Terror bizarro y sofisticado a plena luz del día Ari Aster sorprendió a la crítica y al público en 2018 con "Hereditary", su ópera prima, un drama familiar de profundidad psicológica y detalles perturbadores, que fue denominada como una de las grandes películas de género de los últimos tiempos. Su nueva cinta, "Midsommar", comparte algunos de los elementos en común con su primer trabajo. En esta ocasión, el director nos muestra una pieza de terror rural en el solsticio de verano en Suecia, donde nuestros protegonistas asisten al Midsommar, una celebración que se lleva a cabo en una aldea remota cada 90 años. Dentro del grupo de amigos se encuentra la novia de uno de ellos, quien lleva sobre sus espaldas una fuerte tragedia familiar y parece no conectar con su pareja. Lo que al principio creen que serán unas idílicas vacaciones poco a poco comenzarán a inquietarlos en un lugar donde el sol nunca se pone. Es preciso aclarar que Aster no se mueve en los parámetros convencionales del género de terror y una muestra sencilla de ello es la elección de la festividad y la zona, donde siempre es de día. No vemos los típicos jumpscares ni abusos de sangres, e incluso juega con el tiempo del relato para confundir al espectador sobre lo que puede llegar a esperar y cuándo. Tras un arranque poderoso, donde nos pone en contexto para mostrarnos el trasfondo emocional de Dani (Florence Pugh), nos inserta pistas que tendrán sentido con el desarrollo de la trama. A lo largo de la historia nos encontraremos con momentos de hechos macabros y bizarros, humor negro, explotación gore, perversiones sexuales y demás, pero siempre en un marco de belleza y enrarecimiento por partes iguales. El cuidado estético de Aster y los movimientos con su cámara llevan la historia por un sendero cercano a lo onírico. Al principio, la excelente fotografía es oscura, pero se ilumina al llegar "Harga" y a partir de allí lo luminoso y bello van de la mano con lo incómodo y lo siniestro. Las enfermedades mentales, los traumas familiares y las relaciones disfuncionales son algunos de los temas que toca Midsommar, y que tienen cierta conexión con los de "Hereditary", en lo que podemos llamar "el universo de Ari Aster". Por otro lado, podemos mencionar a "El hombre de mimbre" (1973) y "Los niños del maíz" (1984) como claras referencias del director en esta cinta en particular. En definitiva, una película de sofisticación técnica que apunta a los aspectos más psicológicos y más pensados del terror, cuya pretensión y caprichos del cineasta la hacen sumamente recomendable para quienes quieren disfrutar obras diferentes de éste género. Gracias Ari por arriesgar otra vez. Puntaje: 7,5 Por Federico Perez Vecchio
Volver al Overlook En 2013, el legendario escritor Stephen King decidió darle una continuación a "El Resplandor", su novela de 1977 que fue adaptada por Stanley Kubrick en 1980. Ahora, el director Mike Flangan tuvo la difícil tarea de aunar el legado cinematográfico del aclamado cineasta con el material del novelista en "Doctor Sueño", una historia vibrante que homenajea al legado de Kubrick pero que tiene su propia esencia. La historia transcurre años después de los acontecimientos sucedidos en "El Resplandor", y con flashbacks veloces se rememora la historia de Danny. También vemos cómo ha repercutido en él su traumática experiencia en el Hotel Overlook -donde su padre Jack Torrance se vuelve loco e intenta matarlo a él y a su madre- y cómo ha desarrollado sus habilidades especiales, tratando de mantenerlas ocultas y llevando una vida de un alma totalmente torturadas, de alcoholismo, drogas, peleas en bares y relaciones casuales. Por otro lado, se suma la aparición de Abra Stone, una niña con un fuerte poder resplandeciente y un grupo de crueles seres paranormales conocidos como "El Nudo Verdadero", que se alimentan del terror de las personas con este don. Con la irrupción de estos personajes a la historia, el director va más allá del terror psicológico que planteaba Kubrick para dar paso a aspectos totalmente sobrenaturales. Aquí, la locura de Jack, encuentra otras explicaciones. Flanagan, con menos de una década de carrera, se ha consagrado como uno de los nuevos nombres fuertes del género de terror, con títulos como "Hush", "Ouija: el origen del mal", "El juego de Gerald" -también basada en una novela de King- y la serie "La maldición de Hill House". Aquí, hace el trabajo de director y guionista, y mantiene su estilo tanto en lo técnico como en lo narrativo, como el virtuosismo visual y característicos movimientos de cámara. A esto le suma sellos del propio director de "El Resplandor" y aprovecha la música compuesta por Wendy Carlos y Rachel Elkind. El trabajo actoral de Ewan Mcgregor como un Danny Torrance adulto es simplemente impecable, pero también vale destacar a Rebecca Fergusson, como la cabecilla de la secta de inhumanos, un personaje enigmático y aterrador. Las interpretaciones, sumado al trabajo de dirección, lleva a la creación de climas muy bien logrados. En resumen, una película que se toma su tiempo para su desarrollo, impecable en lo visual y por momentos atrapantes, que a pesar de no alcanzar los méritos de su predecesora, vale la pena verla en el cine. Puntaje: 7,5/10 Por Federico Perez Vecchio
Un melancólico y lluvioso Allen en La Gran Manzana Rodada hace poco más de dos años, la última película de Woddy Allen finalmente se estrenará luego de las polémicas y en este caso nos trae una elegante y sofisticada comedia protagonizada por un estudiante universitario que hace las veces de alter ego del director neoyorkino, encarnado por Timothée Chalamet. El cineasta nos lleva de la mano de una pareja de jóvenes amantes que vivirán situaciones simples pero extremadamente intensas a raíz de una cadena de hechos y enruedos fortuitos. Todo comienza cuando Gatsby (Chalamet) y Ashleigh (Elle Fanning) dejan el campus universitario para pasar un romántico fin de semana en Nueva York, luego de que ella realice una entrevista a un reconocido director de cine (Liev Schreiber). Pero la suma de encuentros y desencuentros harán sus planes muy diferentes. Apoyada en la nostalgia, Un día lluvioso en Nueva York dibuja un autoretrato de un joven que parece pertenecer a otra época. Se viste distinto, disfruta de la cultura y las costumbres de alguien del pasado y no parece tener un destino claro en su vida. La interpretación de Chalamet, realmente muy buena, parece carecer de la chispa cómica que solía tener el propio Woody Allen al hacer personajes de estas características, pero no se puede negar su talento dramático. Fanning, por su parte, sale airosa con frescura en un trabajo muy entretenido entre la ingenuidad y la necedad. El resto del reparto acompaña a nuestros protagonistas con calidad, y cada uno tiene sus momentos para sobresalir. El guión, un aspecto que el veterano director domina casi como nadie, apuesta más por los intelectuales y divertidos diálogos que por la verosimilitud de las situaciones. Crisis existenciales, críticas al status quo, política, religión, aprecio por las artes y evocación a otras épocas que "fueron mejores", son algunos temas que mantiene de su obra en general. Por el lado de los aspectos técnicos, la increíble fotografía de Vittorio Storaro realza la belleza de Nueva York, aportándole magia al relato junto con la banda sonora. En definitiva, una película que tiene divertida y entrañable que compone un capítulo más dentro de los cantos de amor que el director de "Annie Hall" y "Manhattan" le ha hecho a su ciudad. Puntaje: 7/10 Por Federico Perez Vecchio
MiráEstaPeliYa CRÍTICA: "Estafadoras de Wall Street", de Lorene Scafaria. el octubre 31, 2019 Título original: Hustlers Directora: Lorene Scafaria Cast: Jennifer Lopez, Constance Wu, Cardi B, Julia Stiles, Lili Reinhart, Lizzo País: Estados Unidos Año: 2019 Duración: 110 minutos Sexo, drogas y venganza contra el sistema Basándose en un caso real sucedido tras la crisis financiera del 2008, documentado en un artículo del New York Magazine, Lorene Scafaria, la directora de "Buscando a un amigo para el fin del mundo" y "Una madre imperfecta", nos trae una cinta entretenida, con un trasfondo socioeconómico crítico y un elenco atractivo y sólido. La historia se centra en un grupo de bailarinas de streaptease que se une para estafar a sus clientes más acaudalados y cómo, años después, una periodista comienza a entrevistarlas para contar su historia. El eje del relato es Dorothy, personaje interpretado por Constance Wu, al cual veremos transitar situaciones realmente difíciles, pero quien se roba el protagonismo es la Ramona Vega de Jennifer López, quien realiza una actuación contundente y avasalladora -una de las mejores de su desigual carrera-. Dorothy debe trabajar en un centro nocturno para ayudar económicamente a su familia, pero su falta de experiencia comienza a pesar hasta que conoce a Ramona, que se vuelve su amiga y consejera. Tras el colapso financiero, el lugar sufre ante la baja afluencia de clientes, y la mayoría de las trabajadoras deberán buscar diferentes maneras de ganarse la vida. La película presenta un ritmo entretenido y pasa rápidamente a la acción, con transiciones veloces entre las escenas, al menos en la primera parte. En el segundo tramo comienza a hacerse repetitiva, y algunos momentos duran más de lo que deberían. Destaca su banda sonora y la iluminación utilizada, especialmente en los momentos en que nos encontramos en el club nocturno, además de presentar escenas realmente sensuales sin caer en lo grotesco. A pesar de una fuerte superficialidad de la historia, Scafaria se las arregla para deslizar temáticas sociales y económicas bien claras, como por ejemplo, el trabajo sexual como tal, la meritocracia y la desigualdad, la violencia doméstica y de género, la dificultad de las madres solteras para conseguir empleo, entre otras. En definitiva, una película que cumple con lo que promete y se consolida a partir de la dinámica entre las mujeres protagonistas. Puntaje: 6,5/10 Por Federico Perez Vecchio
It del director argentino Andy Muschietti fue un éxito de crítica y taquilla a nivel internacional. Aquella historia que nos mostraba a “Los Perdedores”, un grupo de niños del pueblo de Derry, haciéndole frente a un maléfico ser que utilizaba sus mayores miedos en su contra, tenía mucho que demostrar en esta secuela. Y vaya que lo consiguió. En este Capítulo 2, donde ya han pasado 27 años desde los acontecimientos del primer filme, los protagonistas, ahora adultos, volverán al pueblo tras un llamado y una trágica noticia. Si en la primera película veíamos diversas situaciones traumáticas que experimentaban los niños, ya sea por los artilugios de “Eso” o por las cosas horribles que les sucedían en sus vidas, en la segunda tenemos un despliegue terrorífico de recursos que juega con la cabeza de cualquier persona madura. Muschietti crea una verdadera “parabellum” de pesadillas, y ayudado por los guionistas Gary Dauberman y Jeffrey Jurgensen, va buscando sustos cada vez más originales y aterradores con una puesta en escena cautivante. Es más terrorífica y cruel. Por el lado de las actuaciones, debemos destacar que las personalidades e improntas que los jóvenes actores les imprimieron en la primera parte son la piedra angular de las interpretaciones adultas. Cuando vemos a James McAvoy, Jessica Chastain y compañía, les creemos; les creemos sus tics, sus maneras de actuar, de pensar y de hablar. Estamos viendo a esos mismos pequeños 27 años después. Cabe mencionar a Bill Hader, quien realiza el papel de Richi Tozier (la versión adulta de Finn Wolfhard), que se roba varias escenas con su carisma. It: Capítulo 2 está llena de detalles y referencias que harán disfrutar mucho más a los fanáticos del escritor Stephen King y a aquellos que sepan prestar atención. Sin embargo, la película es ambiciosa y le cuesta manejar cierta codicia que la lleva a durar más tiempo de metraje del que podría haber durado, con algunos problemas de repetición llegando al final. En definitiva, una historia muy entretenida, que cambia el enfoque con respecto a su antecesora y ofrece un terror más brutal manteniendo la calidad técnica. Pero a la hora de enfrentar los miedos del pasado es bueno tomarse el tiempo necesario. Puntuación: 7,5/10 Federico Perez Vecchio
No confíes en extraños El director irlandés Neil Jordan es reconocido por, entre otras películas, "Mona Lisa" (1986), "Juego de lágrimas" (1992), "Entrevista con el vampiro" (1994) y Michael Collins (1996). Algunas de las huellas de su cine en la época de los ´90 podemos encontrar en "La Viuda", un thriller psicológico correcto y entretenido que cuenta con las actuaciones de la monumental Isabelle Huppert y la ascendente Chloë Grace Moretz. La cinta nos cuenta la historia de Frances, una joven estudiante que desata una batalla interna tras la muerte de su madre, y que por esta razón se ha mudado a Manhattan con su mejor amiga. Un día, encuentra un bolso perdido en un vagón del subterráneo y decide devolvérselo a su dueña, Greta, una pianista viuda. Pronto se convertirán en amigas cercanas, pero a lo largo del metraje la relación se volverá insoportable. "La Viuda" es una de esas películas donde la acción se desarrolla rápidamente. Acompañada de una innegable calidad técnica y a través de un buen montaje se nos dan las pistas necesarias para comprender por dónde irá la historia. De hecho, los mejores momentos del filme se encuentran en la primera mitad, ya que en la segunda parte Jordan pierde el rumbo para alcanzar un mejor desenlace. El duelo interpretativo entre Huppert y Moretz es el atractivo principal de la cinta. Es imposible que no nos venga a la mente "La Pianista", aquella obra de Michael Haneke donde la francesa también elaboraba un personaje de una mentalidad hiper compleja, mucho más que la de la Greta de Jordan. Por el lado de los secundarios, Maika Monroe realiza un papel comedido, pero otros, como Stephen Rea, son desaprovechados. En definitiva, Jordan pretende jugar con tópicos y estereotipos bien conocidos en el género de suspenso, apelando más al misterio de cómo va a suceder en lugar de qué va a suceder. "La Viuda" es una película entretenida pero lejos de ser atrapante se presenta como una alternativa segura siguiendo la línea de obras como "Mujer Soltera Busca" (1992). Puntuación: 6/10 Por Federico Perez Vecchio
En búsqueda de revancha a pesar de las diferencias Después de "Un cuento chino" (2011) y "Kóblic" (2016), el director Sebastián Boresztein y el actor Ricardo Darín vuelven a trabajar en una película que, en esta ocasión, reúne a un mega elenco que no veíamos desde "Relatos Salvajes" (Szifrón, 2014). Luis Brandoni, "Chino" Darín, Verónica Llinás, Rita Cortese, Carlos Belloso, Daniel Aráoz, son parte de una historia de unión y revancha en uno de los contextos socio-políticos más dolorosos para los argentinos: la Crisis de 2001. Fermín Perlasi, un ex jugador de fútbol reconocido en su humilde pueblo de origen, y su mujer, Silvia, deciden armar una cooperativa y así generar trabajo en el lugar. Junto a sus amigos, el anarquista Fontana y el peronista "a muerte" Belaunde convencen a los vecinos para juntar dinero. Pero durante la explosión del "corralito" financiero son víctimas de una dolorosa estafa. La película trata la idea de hacer justicia por mano propia pero apela a situaciones humorísticas, más allá de algunos momentos dramáticos. El reparto de tipo coral, muestra una gran variedad de personajes de diferentes clases sociales e ideologías políticas. La situación y la relación entre ellos lleva al espectador a empatizar con lo que está viendo, ya que cualquiera puede identificarse con una injusticia semejante. Además del humor, el director logra sumar elementos de otros géneros como el de aventuras y el de "robos", sin que esto suceda de manera forzada. Cabe mencionar que Boresztein es coautor del guión junto a Eduardo Sacheri, el escritor de la novela "La noche de la usina", en la que se basa la película. Sacheri también es reconocido por "La pregunta de sus ojos", que fue adaptada al cine por Juan José Campanella como "El secreto de sus ojos", y ganó el Oscar a mejor película extranjera. La dirección y la excelente elección de clásicos de rock nacional ayudan a acompañar la historia y le suman calidad a la producción. Por otro lado, a pesar de las buenas interpretaciones que se aprecian en la cinta (como las de Darín, Brandoni, Aráoz o Belloso, que nos recuerda al estilo de los personajes de "¿Dónde estás, hermano?" de los hermanos Coen) el villano (Andrés Parra) está fuertemente caricaturizado para mantener el humor sobre las situaciones. En resumen, un filme disfrutable y que interpelará a más de uno que haya sido víctima de una situación similar, atravesando una odisea en búsqueda de revancha de los sueños robados. Puntaje: 7/10 Por Federico Perez Vecchio