Demasiados elementos en juego Los directores Demián Rugna y Fabián Forte, verdaderos especialistas del género de terror, se unen en esta película que está integrada por relatos ambientados en tres épocas distintas y conectados entre sí por un personaje que tiene contactos con fuerzas del más allá. Rugna escribió Lo siniestro y dirigió The last Gateway, mientras que Forte filmó La corporación, de próximo estreno. Malditos Sean! se traslada a una redada en 1979, cuando la policía encuentra a una pareja en una casa, sigue en 2003 con una extraña caja que podría salvar a un asesino y culmina en 1989, donde un grupo de adivinas leen la borra de café a sus clientes y se ven sorprendidas por una presencia demoníaca. El film es ambicioso en su planteo argumental y en las atmósferas que va creando con el correr de los minutos,pero el problema se percibe en la unión del material a través de un elemento en común y varios minutos de más que acredita el largometraje. Por momentos, Malditos sean! resulta confusa aunque hace gala de sus efectos (que los tiene y buenos) y de la presencia fantasmal de un niño que atormenta a su ejecutor. Esos son los mejores momentos del film que juega con elementos infantiles (la pelota) para crear miedo e indomodidad en el espectador. Locura, encierro, violencia, tiroteos, enanos de jardín y seres demoníacos forman parte de esta propuesta nacional que queda a mitad de camino porque demasiados elementos entran en juego. De todos modos, son realizadores para tener muy en cuenta por los trabajos que se vienen y por abordar un género que parece encontrar ahora su lugar en medio de tantas producciones norteamericanas.
La desesperación en imágenes Si hay algo que realmente impresiona en la película del español Juan Antonio Bayona es el realismo con el que el director plasmó en la pantalla grande las fuerzas incontrolables de la naturaleza a través del tsunami que azotó Tailandia en el 2004. Basada en hechos reales, Lo imposible es posible gracias a la pericia narrativa del cineasta que cuenta una historia familiar desgarradora e impactante con el marco catástrofe que imponen estos sucesos. Maria (Naomi Watts), una médica, y su esposo Henry (Ewan McGregor) llegan de vacaciones a Tailandia junto a sus tres hijos. En la mañana del 26 de diciembre, cuando la familia se relaja en la piscina, un rugido se eleva desde el centro de la Tierra. Lo inexplicable se torna amenazante y arrasa con todo lo que encuentra en su camino. La cámara de Bayona sumerge al espectador en la vorágine de aguas marrones que arrastran a la madre y a su hijo adolescente (Tom Holland en un impresionante debut en el cine luego de su protagónico en la versión teatral de Billy Elliot) en una lucha por la supervivencia, sin saber que ocurrió con el resto de la familia. Lo imposible recrea con los mejores recursos la tragedia a través de planos abiertos que sorprenden por el realismo de las imágenes y la contundencia de las actuaciones. Tanto Naomi Watts con su personaje de mujer destruída físicamente o Ewan McGregor, como el padre desconcertado que intenta unir las piezas de una familia separada por las circunstancias, tienen un gran impacto en el espectador. Luego de El Orfanato, que le abrió las puertas del mercado internacional, Bayona logra conmover con este drama familiar que se mueve entre la supervivencia, la pérdida y la angustia con imágenes difíciles de olvidar.
Vértigo en la Tierra Media Ambientada en la Tierra Media, sesenta años antes de la acción de "El señor de los Anillos", la nueva aventura cinematográfica de Peter Jackson sigue los pasos (grandes) de Bilbo, quien acompañando a trece enanos comandados por el guerrero Thorin, emprende una travesía para recuperar el Reino Perdido. El Hobbit: Un viaje inesperado es, antes que nada, un gran espectáculo visual que continúa colocando a los personajes centrales en el ojo de la tormenta. En la película reaparece Gandalf (Ian Mc Kellen) y otros ya conocidos por el público. Aunque la primera hora puede tornarse morosa, lo que sigue entrega una catarata de aventuras y de acción imparables en la que dicen presente un sinfín de criaturas peligrosas, agazapadas en la oscuridad. Es el caso de Gollum, quien escondido en una cueva subterránea encuentra con Bilbo uno de los mejores momentos del film, con un anillo que tiene poderes únicos o también el enfrentamiento entre los Gigantes de Piedra, mientras los protagonistas están a punto de caer por un precipicio. Todo está jugado a lo grande y Jackson sabe hacerlo. La eterna lucha entre el Bien y el Mal alcanza en la historia límites insospechados entre orcos, mutantes, hechiceros y aves salvadoras. Queda la puerta abierta para la segunda entrega de la saga titulada El Hobbit: Historia de una Ida y de una Vuelta.
Una de gángsters con baño de sangre Una película de gángsters, con elementos de western, narrada con buen pulso por el australiano John Hillcoat (La carretera) quien sumerge a sus personajes en un verdadero baño de sangre, en plena época de La Ley Seca en el estado de Virginia. Los hermanos Bondurant levantan su propio imperio: el negocio de contrabando de alcohol. Su gran fortaleza tiene los días contados ante la llegada de un agente especial (Guy Pearce), un representante corrupto de la ley. El conflicto no tardará en estallar entre bandos opuestos y entre los mismos integrantes de la ley, colocando la lealtad y los valores familiares en la cornisa. Los hermanos son Forrest (el ascendente Tom Hardy, de Batman, el Caballero de la noche asciende), el líder y el más cerebral de los tres; Jack (Shia La Beouf, quien cobró popularidad gracias a la saga Transformers), en el rol de un joven de buen corazón y, finalmente, Howard (Jason Clarke). El relato (basado en el libro “The Wettest County in the World”, en el que el autor Matt Bondurant ficcionalizó sucesos ocurridos en su propia familia) focaliza la narración desde el personaje de Jack, quien vive la violencia como un hecho nuevo e imprevisto en su vida, aún intentando conquistar a su joven amada (Mia Wasikowska). Lo más interesante es que, si bien ninguno de los que desfilan por la historia es un santo, se enciende la mecha de un explosivo que no tardará en detonar. Y en el camino, quedarán los más débiles. Los ilegales aprovecha los resortes de la violencia a través de una trama que contrapone al grupo de "héroes" respetados y que mantienen sus propios códigos con un villano despiadado que no duda en mostrar su peor rostro o ejercer su poder. En la trama tambíen aparece un siempre convincente Gary Oldman, en medio de tiroteos, destilerías y mucha sangre derramada sobre calles polvorientas.
El amor versus la monarquía Con bastante retraso llega el segundo largometraje escrito y dirigido por Madonna, aprovechando el desembarco de la diva del pop en la Argentina para ofrecer sus dos conciertos en River. La película, que cuenta con un guión suyo junto a Alek Keshishian (realizador del documental A la cama con Madonna) recrea la historia del encuentro entre la divorciada norteamericana Wallis Simpson (Andrea Riseborough) y el rey Eduardo VIII (James D'Arcy), que decidió abdicar a la corona británica por el amor que le profesaba a esa mujer. El romance del siglo (W.E.) envuelve a los personajes en una atmósfera que no descuida nunca los climas dramáticos y violentos, mientras alterna con imágenes de archivo en blanco y negro y expone cierto tono de video clip. Un amor imposible que quiebra reglas es el tema ideal para que Madonna lo plasme en pantalla. El acierto de la película reside en las dos historias paralelas que plantea. Por un lado, el relato de un amor ocurrido hace más de seis décadas que alimentó el escándalo a nivel mundial y, por el otro, una visión moderna de una Wally (Abbie Cornish, la intérprete de Sucker Punch: Mundo surreal) que vive en Nueva York y está obsesionada con la figura de Wallis Simpson. El film es rico en contrastes, en anacronismos y enfrenta (en la escena final) a dos mujeres que quizás vivieron en la época equivocada. La Wallys actual es engañada y golpeada salvajemente por su marido y encuentra el apoyo en un agente de seguridad ruso que le abre un nuevo mundo. La mirada de Madonna resulta oportuna, envolvente (aunque a la película le sobran varios minutos) y polémica, pero es el mejor trabajo que ha dado para el cine a través de una cámara que se introduce lentamente en vidas ajenas y en otras realidades. No es la "película del siglo" pero impone su marco fastuoso y deja a la vista los pliegues de los simples mortales.
Luna llena tomada en solfa Guillermo Grillo, director de Fantasma de Buenos Aires, estrena su segundo largometraje La Noche del Chihuahua, que se proyectó en el marco del Festival Internacional de Cine de Mar del Palta. El lanzamiento comercial será el 7 de diciembre en la sala del Centro Cultural San Martín. La película fue realizada a través del “crowfunding”, un sistema de financiamiento colectivo por internet que buscó aportes económicos hasta poder alcanzar el presupuesto necesario hasta concretarse. La Noche del Chihuahua cuenta la historia de Juan (Benjamín Rojas), un fanático de los comics que acaba de conseguir un departamento en alquiler. Cuando está a punto de cocretar una cita amorosa con una chica dark, su mejor amigo comienza a comportarse de manera extraña y le hace una terrible confesión. La película, filmada en blanco y negro, transita cómodamente por la comedia bizarra y hereda además ingredientes del cine de terror como el mito del licántropo. En el deptartamento del muchacho se dan cita un hombre lobo, una vampira, un vecino misterioso y una ex novia. Todo y todos están puestos al servicio del entretenimiento y con un final que también deja una puerta abierta... Grillo disfruta de los fantasmas, de las presencias tenebrosas y atraviesa su cine de género con cierto espíritu ingenuo, concebido a manera de estudiantina, y tampoco se olvida del aire tanguero que mostró en su ópera prima. El elenco está integrado por Talo Silveyra, Josefina Silveyra, Iván Espeche e Inés Palombo. Aca, la comedia y el terror se dan la mano en una noche de luna llena.
¡No abras la puerta! El film nacional de Nicanor Loreti incursiona en el cine de género con buenos resultados y entrega un cóctel de violencia y humor negro a partir del personaje central que ve alterada su realidad cuando suena el timbre su casa. Diablo hereda y explota los recursos de la acción a través de una trama sencilla que guarda sus sorpresas. Marcos Wainsberg (Juan Palomino) es un boxeador retirado después de matar a su rival en el ring. Mientras intenta recuperar a su novia, recibe un día la visita de su primo Huguito (Sergio Boris) y su vida se sumegirá entonces en un impensado espiral de violencia. El relato, que aparece salpicado por "flashbacks" en blanco y negro, ubica al antihéroe en la sala del mismísimo infierno en el que aparecerán un Diablo que entrega, a la manera de Robin Hood, narcodólares a los pobres; un poderoso magnate que está internado esperando el transplante de un hígado que ha sido robado; la hija ambiciosa del poderoso y un grupo parapolicial que trata de encontrarlo. Como si fuera poco, también estará Luis Ziembrowski como un policía fanático del "Inca del Sinaí" y Luis Aranosky que encarna a un lumpen apodado Café con leche. Todos se darán cita en la casa de Marcos en el momento menos pensado y los cadáveres y tiroteos serán parte de un día agitado. El realizador viene del periodismo (fue editor de la revista La Cosa) y también es el guionista del film de terror La memoria del muerto, proyectado en la última edición del Buenos Aires Rojo Sangre. En Diablo pone en funcionamiento todos los códigos del género y es indudable su admiración por Tarantino y por productos ochentosos como Cobra, con Stallone, casi personificado en uno de los villanos que irrumpen en su hogar. Y hasta incluye a Fabián Forte (director de la inminente Malditos Sean!, otra de género) como actor. Divertida y sangrienta, la película acierta en la creación de los climas, en la resolución de las escenas de acción y en la brutalidad del boxeasor que es detonado para volver a la violencia, ahora en un escenario alejado del cuadrilátero. Si tocan el timbre...mejor no abrir la puerta!.
La mujer de mis sueños y pesadillas "Uno no termina nunca de conocer a quien tiene al lado" dispara uno de los abatidos hombres que se encuentran reunidos en torno al féretro de una desconocida. La ópera prima de Pablo Buca fue filmada en Bolívar y presentada en la última edición del Festival Pantalla Pinamar y en la edición 26 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Una mujer sucede transcurre en una noche tormentosa que une a tres hombres (Eduardo Blanco, Alejandro Awada y Oscar Alegre) en el velatorio de una mujer (Viviana Saccone) a la que creen conocer. Con el correr de las horas, estos personajes irán revelando la identidad de la fallecida a través de historias personales en las que el drama dice presente. La película no escapa a su estructura teatral, pero recurre al "flashback" para presentar los relatos de cada uno de los personajes y sus vivencias con la mujer (Saccone encarna tres personajes, desde una seductora a una mujer madura con convicción) que cambió sus vidas para siempre. A través de buenos diálogos y una atmósfera que se permite algunos toques de humor negro (ellos juegan a las cartas sobre el cajón de la difunta), la trama evidencia también su costado misterioso y nostálgico. Los tres protagonistas tienen su lucimiento: Blanco es Fernández, un escritor que recuerda a Laura, la mujer que lo entrevistó tiempo atrás en una bilblioteca y con quien se involucró en un extraño juego sexual; Awada es Santos y cuenta su relación con Sofía, una ex-amante y esposa de su íntimo amigo y, finalmente, Alegre (en un primer y merecido rol protagónico) es Villalba, el empleado municipal que fue chofer y conocio a Rosita, una mujer a punto de quedarse ciega. Una recomendable propuesta con tres miradas diferentes y la mujer que alguna vez les perteneció pero que nunca volvieron a ver.
Un amor imposible e inspirador Documental musical que narra la historia de amor entre el letrista de tango José María Contursi y una muchacha de pueblo, Gricel. ¿Cuánto dura el amor?. Ësa es una de las preguntas que flotan en la historia plasmada por el director Jorge Leandro Colás, una mezcla de documental y ficción que explora la pasión del poeta y compositor José María Contursi por una muchacha llamada Gricel, la musa inspiradora de su obra. En 1935, Contursi era un letrista de tango en ascenso, casado y con una hija. Pese a la distancia, Contursi y Gricel mantuvieron un apasionado romance hasta que un día Contursi decidió dejarla ("Conformémonos con escribirnos"). Pero con el tiempo, él se obsesiona con el recuerdo de su amada y en cada uno de sus tangos (entre ellos “Gricel”), se deja ver el desengaño. La historia comienza con un cantante lírico que va recogiendo diferentes testimonios y desea montar una ópera que narra la historia de amor entre Gricel y Contursi, visitando los lugares en donde sucedieron los hechos. Dos personajes y una misma historia de amor ("Nos hizo daño resucitar las horas muertas") ambientada entre confiterías, charlas y cabaretes. La visión nostálgica de la película ayuda a reconstruír ese amor imposible e inspirador al ritmo del dos por cuatro. La laguna de la escena final es un testigo más de un amor trágico.
Mi adorado Shih Tsu El eterno juego del "cine dentro del cine" es el que dispara el británico Martin McDonagh en su segunda película (antes había filmado la atrapante Escondidos en Brujas) y cuenta con un elenco de primeras figuras. También es cierto que la película empieza mejor de lo que termina al intentar unir las piezas desparramadas de todas las situaciones quie presenta. Sie7e Pscicópatas comienza con el cartel de Hollywood y un doble crimen. Un escritor (Colin Farrell) sufre un bloque creativo que le impide terminar un guión que lleva el título del film y que está centrado en la confabulación de dos amigos que secuestran perros para cobrar una recompensa. En su odisea lo acompañan Billy (Sam Rockwell), un actor desocupado y ladrón de medio pelo que está dispuesto a todo y Hans (Christopher Walken), un hombre religioso con un pasado violento. Cuando estos dos últimos raptan al Shih Tsu de un mafioso (Woody Harrelson) las cosas se complican más de lo debido. Realidad, ficción, sátira oscura con graves conflictos personales y pesadilla se entremezclan en una historia efectiva por momentos y, disparatada, por otros, que presenta a psicópatas con numeración que parecen salidos de una película de Tarantino si no fuera por el humor que tiene la trama. Las mujeres de esta parodia del cine de violencia de Hollywood no corren con la mejor de las suertes...o son víctimas o asesinas. Las participaciones de Harry Dean Stanton, un padre con sombrero que busca justicia por su hija muerta, y de Tom Waits, quien aguarda la vuelta de su mujer asesina, son algunas de las particularidades que presenta esta producción que resulta disfrutable con sus oleadas de sangre, adicciones, tiroteos y un desenlace en pleno desierto.