No me quites a mi novio:
Poco romance y de gracia, casi nada
Lejos de los buenos viejos tiempos, Hollywood hace mucho que parece entender el género comedia romántica como un encadenamiento de pavadas dirigido a un público de mujeres. A veces hay pavadas graciosas y también pavadas románticas simpáticas de ver. Sí, bueno, pero no es el caso.
Como su título local lo devela de antemano, «No me quites a mi novio» es el relata la discordia entre dos mejores amigas (concepto al que ni falta que hace ponerle comillas) por el amor del mismo hombre. La tímida abogada Ginnifer Goodwin ama al impávido Colin Egglesfield, quien está a punto de casarse con la insoportablemente egocéntrica Kate Hudson. Entre los secundarios hay una chica excedida de peso y ¿por ende? con la autoestima a ras del suelo. Vale decir que, si es por la «construcción» (ahora sí comillas) de los personajes, éstos sólo podrían mostrar algún rasgo tridimensional si las comedias románticas también se filmaran en 3D. En lo que concierne al argumento, imagine lectora lo que sigue y sorpréndase de sus aciertos.
Del elenco digamos que Ginnifer Goodwin no está del todo mal, considerando lo que le hacen hacer desde luego, y que su filoso amigo John Krasinski salva las papas cuando aparece, y eso únicamente porque él es un notable comediante que se dirige solo.
Por lo demás, como se basa en un best seller que tiene secuela, todo indica que esto va a seguir, por lo menos, en otra película.
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