En el año 2018 el crimen y el desempleo en EE.UU. alcanzan niveles críticos. Ante la crisis, superando en popularidad a demócratas y republicanos, aparece un nuevo partido político llamado “Los Nuevos Padres Fundadores de América”, quienes prometen hacerse cargo de los problemas que aquejan a la Nación. Para ésto planean poner en marcha un proyecto experimental en uno de los sectores más marginales de Nueva York, donde todo crimen incluyendo el homicidio serán legales por 12 horas.
Luego de “12 Horas Para Sobrevivir” y sus dos secuelas, el creador de la saga James DeMonaco (Reemplazado por Gerard McMurray como director, pero en los puestos de guionista y productor) nos presenta el origen de esta fecha donde los ciudadanos tienen vía libre para realizar cuanta maldad se les ocurra. Siguiendo la línea de las anteriores entregas, “12 Horas Para Sobrevivir: El Inicio” pone más atención en ser una película de acción con cierto suspenso que en ser una película de terror, enfocadose también en hacer las veces de crítica social al estilo de Carpenter o Romero en las primeras películas de cada uno (aunque sin llegar al mismo nivel alegórico), en yuxtaposición a los eventos actuales en el clima social Estado Unidense.
A pesar de no ser sutil en algunos aspectos (La vestimenta de ciertos villanos por ejemplo), la historia no llega a sentirse en ningún momento como una bajada de línea barata, ni es un conjunto de comentarios socio-políticos torpente presentados como se vió en algunos películas de éste año. En este aspecto es la entrega que mejor incorporó dichos elementos a su trama.
La acción afortunadamente mantiene la misma calidad de sus predecesoras.
No hay 5 tomas distintas para que un personaje de un golpe ni innecesarios usos de de “cámara inestable” para dar un sentido barato de intensidad; la sangre hecha en CGI muestra una mejora y se entremezcla mejor, al punto de no notarse demasiado como sucede generalmente cuando se implementa éste recurso.
“12 Horas Para Sobrevivir: El Inicio” es otra entrega sólida dentro de ésta saga, que a pesar de haber dejado de contar con Frank Grillo, no ha perdido el ímpetu y no decepcionará a quienes hayan disfrutado del cambio que supusieron las dos secuelas anteriores.