Dicen los que saben que el cine de género suele ser opuesto al de autor porque responde a cierta cantidad de características en orden de poder entrar en él. Así es como lo que reconocemos como recursos y lugares comunes, no son más que el reflejo de eso. Está bien, los conocemos y hasta coqueteamos con estos clichés, pero nunca pensé que iba a verlos todos juntos en tan poco tiempo.
Durante una hora y media vemos a Jill (Amanda Seyfried) con su carita angelical que no puede expresar todo lo que el personaje le pide. Mientras ella tendría que ser una paranoica y semi violenta, vemos a esta carita angelical y su poca capacidad de imponerse en pantalla, que se desdibuja la historia completa.
Jill vive con su hermana Molly. Hace dos años la secuestraron cuando estaba dormida y no ha podido recuperarse. Molly intenta sacarla, que vuelva a vivir, pero ella sigue con la sensación de que él va a aparecer. Tiene razón, pero esta vez su presa es su hermana. A lo largo de toda la película vamos teniendo flashes de cómo la tuvieron a ella y de lo que pasó. Nadie cree la historia de Jill porque después de que la encontraron, no hallaron más pruebas. Ella terminó haciendo terapia, estando drogada y paranoica. La policía la trata como a una enferma, lo que la impulsa a ella a hacer las investigaciones.
OK, estamos de acuerdo que cualquiera que haya visto tantos policiales tiene más o menos una idea de cómo es el procedimiento pero de ahí a que en cada punto encuentre una pista, que siempre se percate cuándo le están hablando de verdad y cuándo quieren atraparla es como demasiado. O a lo mejor no sería tan espantoso si ella no fuera tan mala actriz.
El director, Heitor Dhalia, de origen brasilero y que tiene una trayectoria en thrillers psicológicos, se ve que no ha logrado extraer demasiado de su casting. Pero ha hecho sus méritos. Tiene buenos enfoques en la presentación de personajes y de resoluciones para tratar de explicar la facilidad con que ella ata los cabos o cómo y cuando presenta los flashbacks. De todas formas no es suficiente.
Amanda tendrá que volver a hacer de damisela en peligro…
Y con esto tengo mi primera nominada para los Razzies (anti Óscars) del año que viene…