Dirigida por Federico Palazzo y escrita por Gustavo Cabaña, Diego Fried y Juan Rodriguez, 4 metros es una comedia romántica poco inspirada sobre un hombre acercándose a la crisis de los cuarenta.
El argumento de 4 metros parece salido de una telenovela del prime time de canales de aire de hace por lo menos quince años. Joaquín, un hombre de treinta y ocho años, comienza a sentir que su vida, hasta ese momento lo suficientemente cómoda, se encuentra estancada. Mientras amigos y familiares le cuestionan el hecho de que no se haya casado ni tenido hijos, él trabaja en el colegio secundario donde estudió, cocinando. Y además mantiene una relación con una de las estudiantes, una chica que se encuentra rindiendo para terminar el secundario pero, se aclara por las dudas, ya cumplió dieciocho años. Sin embargo hay algo que está mal con su vida y su cuerpo lo siente en forma de un zumbido frecuente en su oído.
Un encuentro inesperado con una compañera de secundario termina de desacomodarle la estantería. Ella transitó una vida distinta: se casó y tuvo un hijo muy joven, así que ahora, divorciada, comienza a disfrutar a través de actividades que le provocan placer: como el buen sexo y el buceo. En esas dos situaciones distintas, él pensando en que sí ya va siendo hora de que busque una mujer con la cual tener un hijo, mientras ella eso ya lo vivió y prefiere disfrutar de manera pasajera, es que se van conociendo entre ellos, pero sobre todo a sí mismos.
Los personajes de 4 metros parecen no tener mayores problemas que los superficiales, como si viviesen en una burbuja. Las preocupaciones económicas nunca existen, ni siquiera cuando se pierde el trabajo o se tiene hijos pequeños.
Maite Lanata interpreta a la estudiante con la que Joaquín tiene un noviazgo y ella logra aportar algo de luz con su carisma, insuficiente de todos modos ante Victorio D’Alessandro. El protagonista principal no consigue destacarse en ninguno de sus registros con una interpretación bastante plana a la que el guion no lo ayuda.
Se nota la formación de Palazzo en la televisión. Y además muchos de los secundarios terminan de complementar esta sensación de una televisión pasada. Patricia Etchegoyen, Osvaldo Laport, Alejo Ortiz, Mario Pasik, Gabriela Sari. Rostros que supieron protagonizar diferentes y exitosas novelas, acá apenas tienen un rol funcional a la línea argumental del protagonista, sin ningún tipo de dimensión o desarrollo.
El guion escrito a seis manos arroja un par de ideas que podrían haber sido interesantes en pos de una buena narración, pero todo se siente tan superficial y superfluo que el resultado es bastante pobre.
4 metros es un intento de comedia romántica que parte de la idea de un hombre presionado por los mandatos sociales a medida que se acerca a los cuarenta. Un producto que parece salido de la televisión de otra época.