Boca Juniors vuelve a la pantalla grande. Esta vez de la mano de Leandro Baquela, quien presenta 51%: un documental que rememora la final de la Copa Intercontinental en la que el xeneize venció al Real Madrid.
El film se centra en los acontecimientos que ocurrieron antes, durante y después del partido en el que Boca venció 2 a 1 al equipo español y se consagró campeón de la Copa Intercontinental 2000. El relato se va construyendo a través de los testimonios de futbolistas (Sebastián Battaglia, Martín Palermo, Mauricio “Chicho” Serna y Aníbal Matellán) y del relato de diferentes fanáticos que viajaron a Tokio para presenciar aquel partido.
A pesar de que hay casi 20 voces comentando cómo se vivieron esas noches -muchas de ellas figuras memorables del mundo xeneize-, las imágenes y los vídeos de archivo, que podrían haber aportado más vida al documental, brillan por su ausencia. En algún momento se agrega algún que otro insert, pero estos no duran más de dos segundos y no agregan nada esencial.
Hablan, hablan y hablan. Comentan sobre partidos previos que tuvo el xeneize, pero nada, ni la tapa de un diario o revista, ni relatos, ni vídeos de aquellos encuentros. Opinan sobre lo que significa ser hincha de Boca pero, al igual que antes, nada. Ni una sola imagen o vídeo de los fanáticos cantando, festejando, llorando o gritando.
Los únicos vídeos que se reproducen, durante los 85 minutos de duración, son del partido ante los galácticos y los respectivos goles. Este se podría considerar el único acierto, ya que dichas imágenes hacen que a aquel amante de la azul y oro se le ponga la piel de gallina y, ¿por qué no? que derrame alguna que otra lágrima.
Más allá de que el documental logre emocionar al fanático de Boca Juniors -sobre todo a aquel que tuvo la oportunidad de vivir aquel encuentro-, el film falla por varias causas. La principal, la falta de datos duros. Ni siquiera hay suficiente información para contextualizar a aquel hincha joven que no tuvo la oportunidad de vivir aquel momento.