Poco presupuesto, mucha pasión. Como “El Mariachi” en 1992 una brisa de aire puro proveniente de latinoamérica sacude el letargo de los thrillers filmados con aburrido profesionalismo. La trama es sencilla: Victor debe esconder la carga del titulo de gangsters de bajo monto durante un dia en el abarrotado mercado de Asunción a cambio de 100 dólares, mientras sueña con la compra de un celular para poder filmarse y aparecer en TV. La vitalidad del film, su humor irónico casi de situación, un gran uso de la locación y su ritmo lo redime de cualquier defecto. 7 Cajas funciona porque cada vuelta de tuerca y cada giro de la cámara en el laberíntico mercado apunta el foco en donde debe: Victor y su disposición para hacer cualquier cosa por algo de dinero que le permita dejar de ser él y convertirse en otro.