Corre, carretillero corre
Victor (Celso Franco) es un carretillero que trabaja en un enorme mercado paraguayo, uno de esos mercados donde se consigue de todo, desde tomates hasta celulares. Y es justamente un celular el objeto de deseo de Victor, quien acepta llevar a cabo una changa un tanto dudosa con tal de conseguir el dinero para comprar el teléfono.
La changa consiste en transportar siete cajas, cuidarlas como si fueran su vida; en algún momento le comunicarán dónde debe entregarlas. Las cajas, como sospechamos desde un comienzo, no son mercadería legal y esconden un poco de todo, un crimen, delincuentes torpes, policías corruptos, etc.
Dinámica y llena de contratiempos, la historia recuerda a "Corre Lola Corre", pero en el contexto surrealista y colorido de un mercado paraguayo, que sirve como escenario para retratar la idiosincrasia guaraní.
A contrarreloj y corriendo por el mercado, varios personajes se cruzan en esta historia que de a poco vamos desentrañando, y desemboca en un explosivo final que dejará contentos a todos.
La película es un producto muy bien hecho, en el que podemos reconocer varias fórmulas que, ya se sabe, funcionarán bien en la pantalla, y tiene un humor muy particular que la distingue de otras producciones.