A la hora de recordar una película paraguaya, es preciso hacer memoria o, directamente, recurrir a Google. Es verdad que ya existía un cine en ese país, pero ningún film tuvo la repercusión comercial ni crítica de 7 Cajas.
La película transcurre durante 24 hs. en el Mercado 4 de Asunción, donde conviven comerciantes y criminales, que a veces son la misma persona. Pero, por sobre todas las cosas, un lugar de sobrevivientes. Como Víctor (Celso Franco), un joven carretillero que aspira a convertirse en estrella de la televisión. Para comprarse un celular con cámara de foto y video, acepta el misterioso encargo de un carnicero: transportar siete cajas de una mercadería no especificada. Pero cruzar las ocho calles que ocupa el mercado no será fácil, ya que lo perseguirá Nelson (Víctor Sosa), otro carretillero, aún más desesperado que el adolescente. Las cosas se complicarán aún más cuando Víctor descubra el contenido de las cajas y también padezca el acecho de otros personajes tan ambiciosos como siniestros.
Una película de gangsters, en la línea de las obras de Quentin Tarantino y de Guy Ritchie, con algo del cine de Danny Boyle, pero conservando una identidad propia. Hay criminales de poca monta, asesinatos, confusiones que terminan mal, dinero sucio, y también antihéroes que harán lo imposible por salir de ese infierno. Lejos de sumergirse en un tono oscuro y serio, incluye elementos tiernos y cómicos (humor negro, en especial). Sin embargo, cuando se pone violenta, va bien al fondo.
Los directores Tana Schembori y Juan Carlos Maneglia venían de filmar publicidades y series de televisión en Paraguay. 7 Cajas es su debut en el largometraje, y no pudo ser mejor: además de contar la historia como un thriller policial vibrante, cinematográfico al cien por ciento, con homenajes puestos en su medida justa, logran -sin caer en pretensiones- pintar un fresco del Mercado 4, un auténtico microcosmos en donde la gente se las arregla para mantenerse a pie día a día, aunque para eso muchas veces deba incurrir en la delincuencia.
El casting es otro de los puntos más altos. Ninguno de los actores tiene mucho nombre fuera de su país, pero su trabajo aquí ya les está permitiendo trascender fronteras. Los debutantes Celso Franco y Lali González (la amiga, y algo más, de Víctor), también aparecen en Lectura según Justino, ópera prima del ícono televisivo Arnaldo André. Por su talento y belleza, Lali González tiene una carrera con mucho futuro.
Con un también exitoso paso por festivales internacionales, incluyendo el de Mar del Plata, 7 Cajas ubicó a Paraguay en el mapa cinematográfico gracias a un irresistible combo de entretenimiento y retrato social; una película de género en un contexto poco común, como lo es un mercado, en donde las persecuciones no son automovilísticas sino mediante carretillas. Por otra parte, incrementó la producción de películas en tierras guaraníes y catapultó la carrera de sus responsables. Una serie de logros más que merecidos.