Cosa de mandinga
La Salamanca es un lugar sagrado en las leyendas del noroeste argentino. Puede ser una cueva, un claro en el monte, un riachuelo. Siete son los pasos que llevan a “La Salamanca”, una lista caprichosamente borgiana: besar un sapo, sacrificar a un ser querido, abjurar del cristianismo, tener sexo con una serpiente, etc. Aparentemente siguen un riguroso orden, pero no un significado rigurosamente literario.
Otro de los pasos para hallar La Salamanca es “recorrer La Salamanca”. Olviden la paradoja ontológica por un segundo: ¿por qué alguien querría llegar a La Salamanca? Se dice que el Diablo (Zupay para algunos) mora en esta caverna móvil desprendida del tiempo y el espacio, y concede dones a cambio de almas. Muchas personas entrevistadas en la película conocen a alguien que conoce a alguien que conoce a alguien que… ya se hacen a la idea.
7 salamancas (2013) no busca verificar o desmentir nada, sino en representar fielmente un relato. Comienza con un resumen textual de la leyenda, y el resto es esencialmente un manual ilustrado de ese mismo resumen, a veces documentalmente, a veces con más poesía. La película se divide en 7 partes: aparece una consigna en pantalla (ej. “paso 4 – tener sexo con una serpiente”), hay una libre interpretación de la consigna y pasamos al siguiente paso.
La cámara sigue los pasos de Manuel Echegaray, un anciano curtido que no recibe nombre ni caracterización ni motivación alguna para su viaje a través de los bosques y campos de Córdoba y Santiago del Estero. Es un Virgilio al azar. No “hace” técnicamente nada ni cumple con ninguno de los pasos para llegar a La Salamanca, aunque la sucesión de títulos parece indicar que hay algún tipo de narración en proceso. Sus secciones se alternan con breves pantallazos en los que aparece una figura enmascarada (¿Zupay?), haciendo pantomimas en la oscuridad.
La película de Marcos Pastor está menos interesada en contar una historia, generar ideas nuevas o explorar algún tipo de problemática, y más preocupada por plasmar en fílmico una leyenda oral sin cimentos literarios. 7 salamancas posee valor social e histórico ya que enriquece la cultura argentina al tanto que honra la quechua y tantos otros pueblo autóctonos, pero por otra parte no posee un atisbo de conflicto en sus 66 minutos de duración y eso la vuelve soporífera.