Sophie es una joven ciega que se vio obligada a renunciar a su sueño de convertirse en esquiadora profesional. Sin embargo no acepta verse como vulnerable ni como víctima. Ahora pasa sus días haciendo trabajos de cuidado de casas y mascotas en otras casas mientras sus dueños no están. Es una mujer que ha aprendido a manejarse sola y no quiere que su discapacidad le quite más de lo que ya siente que le quitó. Se la percibe enojada, con un poco de bronca, y por eso apenas puede mantener sus vínculos, por eso o porque quizás siempre ofrecen ayudarla y ella no quiere ser la persona que siempre necesite ayuda y cuando así sea la pedirá.
Durante un trabajo más de estos que consigue, en una casa enorme a la que la dueña, reciente divorciada, la deja con sus gatos durante un par de días, las cosas dan un vuelco imprevisto. Mientras duerme aquella primera noche la despiertan sonidos de unos hombres que entraron, sin tener ellos tampoco previsto esta otra presencia, e intentan abrir la caja fuerte. Con su celular acude a una app que le habían recomendado y probado un poco antes, See for me, en la cual se conecta con una persona que del otro lado la asiste teniendo acceso a todo lo que ve y escucha.
A partir de esa premisa se desarrolla un thriller con algunos vuelcos y momentos interesantes. No obstante, un guion preciso que se encarga de sembrar cada semilla sin mucha sutileza, lo transforma en bastante previsible. Así, A ciegas se mueve un poco entre películas como Hush (una muy buena película de Mike Flanagan que suele quedar olvidada sobre una mujer sorda que vive sola y un día un enmascarado irrumpe en su casa al mejor estilo Los extraños pero a quien no la define su discapacidad) y No respires (el thriller de Fede Alvárez sobre un grupo de jóvenes que entran a robar a la casa de un hombre ciego al que subestimaron). Se la diferencia de aquellas con la presencia que tiene la tecnología en forma de esta mencionada aplicación pero sobre todo por la construcción que se hace del personaje principal (interpretada con solidez por Skyler Davenport, actriz no vidente en su primer rol en el cine): no tardamos en descubrir que no es del todo honesta, quizás con este enojo y frustración como razón. Así, un aspecto rico del film es que cuando las cosas se ponen feas no apunta a defenderse, sino a atacar directamente, algo de lo que no se duda sobre todo porque del otro lado de la pantalla, reunidas gracias a la aplicación, tiene la voz guiadora de una ex veterana, curioso personaje que nos deja con ganas de más. Allí donde muchas de estas home invasion movies suelen ser un poco tibias, al menos en un principio, acá no se duda.
Entretenida, con pocos elementos y un ritmo que no decae, A ciegas quizás se queda a medio camino por lo poco original e imprevisible del guion, que tampoco termina de aprovechar dilemas morales que siembra con su personaje protagonista, una heroína con la cual cuesta conectar.