Laura Pacheco Mora (CineFreaks):
Tres historias de esperanza y fe
A más tardar (2018) es una película que trata sobre la memoria y la identidad. Queda claro que las voces de los sobrevivientes en primera persona no sólo son irreemplazables sino necesarias para conocerlos, tomar conciencia y, más importante, ser escuchados con el respeto que merecen.
Este documental escrito y dirigido por Mariana Guth nos relata la historia de tres hermanos -Martín, Tomás y Doris- quienes motivados por el descubrimiento de un diario personal escrito por su madre, conmemoran cómo vivieron su infancia durante la ocupación nazi en la antigua Checoslovaquia; crueles y duras historias que revelan diferentes aristas del hombre en donde, afortunadamente, predominan la generosidad, la amistad, la valentía y el amor. Con la participación de Martín Roubicek, Tomás Roubicek y Doris Roubicek
La directora Mariana Guth se valió de testimonios, fotos, cartas y videos de la época, con un estilo personal, utilizó dibujos.Tal vez para contrastar la crudeza del contenido dramático, y enfatizando con la música. Incluso, logró el reencuentro en Checoslovaquia con los protagonistas y sus primeros amigos, en lo que fue una bella reunión con sus raíces también.
Consiguió así reflejar una mirada sobre la infancia y la gente que ha transitado situaciones tan traumáticas, que quizás no puedan dar testimonio por algún tiempo. La generación de postguerra tardó muchos años en contar lo que se vivió, eso ya se constituye en un enorme logro personal. Sin embargo, estos documentos son indispensables para reflexionar acerca de los acontecimientos que además nos tocan de cerca como humanidad y sensibilizan para tener otro acercamiento a la historia.
No hay nada más doloroso que llevar una historia dentro tuyo y no poder contarla, a veces nadie te pregunta y se puede malinterpretar como falta de interés. A pesar de lo sufrido, estas personas no transmiten resentimiento ni odio, probablemente porque el dolor tiene matices. Recuerdan lo positivo de lo vivido y el día más feliz de sus vidas fue cuando se terminó la guerra. Me llamó especialmente la atención cuando terminada la contienda bélica se refirieron a los jóvenes soldados alemanes también como víctimas de esa guerra. En fin: tenemos mucho que aprender de estas personas…
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