A million ways to die in the west tiene una historia pasable y amena, pero si se le saca todos los gags y diálogos guarros, sexuales y escatológicos, de comedia divertida queda poco y nada. En cambio, todo lo relacionado con la parodia en sí al género del western es lo mejor y creo que si hubieran ido más por ese lado hubieran logrado un producto...