Aballay

Crítica de Andrea Migliani - Puesta en escena

Cuando el western es gauchesca

Aballay, el hombre sin miedo obtuvo varios premios en el Mar del Plata Film Fest 2010. Premio Cinecolor a la Mejor Película elegida por el público de la Competencia, el Premio Moviecity a la Mejor película Argentina en Competencia que consiste en la compra por parte de Moviecity de los derechos de transmisión por un lapso de 18 meses, para su paquete de canales para América Latina (excepto Brasil) en una suma de dinero en pesos equivalente a U$S 25.000 y el Premio especial del jurado: 2da Mención Especial.

Adaptada de un cuento de Antonio Di Benedetto el film de Fernando Spiner narra la vida de un gaucho ladrón y asesino que comete un asesinato que lo marca para siempre. Quién lo ha visto asesinar a su padre le ha mostrado con la mirada que lo siniestro es casi siempre lo que el otro nos devuelve. Aballay se ve en los ojos del hijo de quien asesinó.

Ese horror, lo conecta con el saber de los estilitas, que para acercarse a Dios trepan altas columnas y permanecen en las alturas para siempre. No volver a pisar la tierra es el modo penitente que los pecadores encuentran para purgar sus culpas. De este modo, Aballay, en una pampa bárbara carente de columnas, de una inmensidad bien reflejada en la dirección de arte, ante la imposibilidad de trepar decide no bajar más de su caballo.

Lo interesante de la película de Fernando Spiner es el modo en que en estas latitudes se muestra la barbarie y la posible reconciliación con un mundo tortuoso que no guarda mucha oportunidad para esa clase de hombre “sin miedo”.

El término western, originariamente un adjetivo derivado de west, oeste, en inglés, luego devino sustantivo y es aquí donde deberíamos detenernos porque Aballay va hacia una conquista que no es la de las películas de Hollywood, con sus héroes y antihéroes y sus revólveres a punto del disparo siempre. Aballay, se planta más en la tradición gauchesca rioplatense para mostrar a un sujeto más parecido a Moreira que a John Wayne y es allí donde justamente reside el valor más interesante de la película. Hay una conquista pero es de otro orden. Y justo es decirlo, esa conquista conlleva que Spiner armé una constelación visual y sonora de gran factura que apoya el gran trabajo de Pablo Cedrón en el protagónico, y permite buenas actuaciones de Gabriel Goity, Luis Ziembrowski, Nazareno Casero, Lautaro Delgado, Moro Anghileri, Horacio Fontova, entre otros.

Aballay es una gran opción para saber cómo se hace una épica del antihéroe, cómo éste puede alcanzar cierta epifanía y dar vuelta la taba para volverse legendario. Pero cuidado, la pampa sigue siendo bárbara y la sangre siempre está dispuesta a brotar.