Expandiendo el contexto en el que se había situado la película rodada en 2007 y que fue estrenada en nuestro país el año pasado, el director Tod Williams se centra en otra rama de la familia de Katie y Micah, protagonistas de la primera entrega. Dejando de lado la subjetividad de la cámara en mano única, esta secuela se vale de varias lentes, las cuales forman parte del sistema de seguridad de la familia Rey, integrada por Kristi (hermana de Katie), su marido Dan, su hijastra Ali y el recién nacido Hunter.
Cómo surge la presencia extrasensorial que acosará a los personajes, de qué manera el pasado de las hermanas ha tenido que ver con esta cuestión y como se insertan los hechos del film original en esta continuación son parte de los interrogantes que se irán develando a lo largo de los noventa minutos de historia. Con buen ritmo, a excepción de los primeros minutos en donde se muestra la “previa” al primer fenómeno paranormal, y una intensidad de no decae –muy por el contrario los tramos finales son cada vez más atragantes- “Actividad Paranormal 2” se conforma como un muestrario del terror psicológico actual y en un destacado ¿cierre? de uno de los sucesos de taquilla más sorpresivos de los últimos tiempos.