Anexo de crítica: Los tiempos crudos de la crisis del 30 en el marco de la supervivencia de un circo ambulante crean el contexto adecuado para que este triángulo amoroso prospere aunque con muy poca química entre la pareja protagónica Robert Pattinson y Reese Witherspoon. Sin embargo, la cuidada producción y la buena dirección de Francis Lawrence -que esta vez se atreve a incursionar en el más puro melodrama- alcanza para entregar una historia de amor que por algunos instantes logra emoción a partir de la tensión que genera la presencia de Christoph Waltz -sin lucirse pero sin desentonar- con una excelente fotografía de Rodrigo Prieto.