Solitarios en busca de refugio
Casi toda la acción de esta coproducción argentino-brasileña transcurre en una modesta estación de servicio de una ruta de Mendoza muy próxima a los Andes. El árido lugar es un paraíso de silencio y aislamiento para quienes buscan refugio y aspiran a alguna redención. Como León, el ex combatiente de Malvinas que allí se ha recluido, o como Silas, el enigmático motociclista brasileño, su única y esporádica relación. Hasta que el azar lleva al lugar a Ana, la joven del mismo origen que también carga un pasado doloroso.
Hay visible correspondencia entre el entorno y el ánimo de los personajes. Y también, claro, con el lenguaje contenido del director gaúcho, que logra imágenes elocuentes, sostenido por muy ajustadas labores actorales y una puesta expresiva y de rara madurez, más allá de algún apunte accesorio un poco forzado. Flaquezas menores que no restan méritos al film.