Dirigida y escrita por los hermanos Foenkinos, Algo celosa es una comedia que gira en torno a una mujer de mediana edad que empieza a sentir el paso del tiempo a medida que su hija se convierte en lo que ella alguna vez fue.
Nathalie es una profesora que lleva una vida cómoda, pero cuando se acerca a la menopausia no puede escaparle a la crisis de la mediana edad. En su caso se verá reflejada en las inseguridades producto de un divorcio y la llegada de una profesora nueva, mucho más joven. Como si fuera poco, su hija ya no es una nena y comienza a convertirse en un espejo de la mujer joven e idealista que alguna vez supo ser.
Algo celosa, escrita por los hermanos Foenkinos (David es más conocido por su faceta de escritor aunque dirigieron su propia adaptación de La delicadeza, una película mucho más original e inspirada que esta), termina girando alrededor de este personaje que, si bien está interpretado con mucho carisma por la actriz Karin Viard, resulta mayormente irritable, insoportable. El tipo de humor que genera con sus situaciones, aunque provoque algunas carcajadas, es siempre incómodo. Y la película es consciente de eso, apuesta a lo políticamente incorrecto y en ese sentido se corre de otros retratos de mujeres y sus crisis de mediana edad.
En medio de esta crisis caótica Nathalie comienza a mandarse una tras otra y muchas de sus acciones tienen consecuencias que podrían ser terribles, incluso para con su propia hija. Si bien aquellas que tienen que ver con su ex o la nueva compañera de trabajo más joven que ella pueden ser tomadas como maldades divertidas, travesuras, hay otras actitudes suyas que resultan más chocantes. La envidia y los celos la van transformando en esta mujer cada vez menos agradable, incluso para sus seres queridos. Y es que a la larga, además, es una comedia con tintes dramáticos que se acentúan especialmente en su última parte al mismo tiempo que el ritmo decae.
Aquello que David Foenkinos suele transmitir con sus novelas no sucede acá. Si bien allí los protagonistas no son necesariamente personajes del todo agradables, él los dibuja a través de las letras y del retrato de lo que sucede de un modo divertido, ingenioso en una manera simple y lo suficientemente profundo para generar diferentes emociones. Acá, aunque la película siga todo el tiempo a su protagonista, nos encontramos más bien un rejunte de personajes secundarios que la acompañan, algunos casi sin desarrollo. Allí se encuentra desaprovechada por ejemplo la actriz Anne Dorval (conocida por las películas de Xavier Dolan) como su amiga con la cual también chocará.