¿Quién Fayó? El documental de Santiago García Isler esboza la figura de Pablo Fayó puesto en perspectiva con respecto a sus amigos y familia. A medida que le hace un seguimiento médico, musical, en fin, cotidiano al caricaturista, los entrevistados nos narran su historia con el protagonista. Así, de a poco, nos vamos enterando de sus participaciones en revistas como Fierro, País Caníbal, Cóctel, entre otras. La película esquiva temas de política e intimidades, lo que podría ser una falla porque “todo es político”, como dice uno de los entrevistados. Sin embargo, esquiva estas profundidades no sin antes brindarnos uno que otro instante de espontaneidad, como cuando su ex pareja narra el momento en que decidieron separarse por ser todavía jóvenes mientras la hija pequeña que tenían ambos jugaba en la mesa.
¿Qué Fayó? El mismo dibujante, desde el comienzo del documental, narra el malentendido genealógico de que alguno de sus antepasados Fayó se juntó con otro Fayó. Pero lo narra con una confusión que no deja entrever más que un fallo juguetón e histórico de su existencia. Como si película y dibujante se apoyaran en este detalle borroneado como punto de partida para registrar la vida cotidiana del protagonista.
Hay cierta informalidad en la película, en su manera de mostrar las cámaras que graban las entrevistas, los micrófonos, que no entorpece la búsqueda particular, sino que se acompasa con el estilo del dibujante al menos registrado en el documental. Porque así como los trazos apurados de Fayó van esbozando los personajes que quedan en el día a día, Algo Fayó (2017) capta los apuros y adversidades de una filmación sin perder de vista su objetivo. La informalidad es una manera de llegar al estilo de Fayó.
De esta manera, el documental esboza al caricaturista con una ligereza enriquecedora para el resultado final. No pretende ser un estudio minucioso de la vida de Fayó, sino un observador atento, que a ratos interactúa con el protagonista mas no cuestiona su silencio actual en cuanto a las caricaturas. Para los más curiosos, tal vez hagan falta más respuestas de quienes lo conocen o del mismo Fayó, pero la película cumple lo que se plantea: un paseo amistoso por la cotidianidad de este quien todavía a veces dibuja sin las pretensiones de publicar, de quien todavía reflexiona sobre sus dibujos sin la necesidad de ser expuesto. Probablemente aquí resida la fuerza de Algo Fayó que no desnuda a su protagonista, porque además éste no le interesaría ser desnudado, sino que lo acompaña en la levedad de su vida como cantante de tangos en algunos bares de la ciudad.