Lo nuevo de Disney sigue los pasos de las adaptaciones a live-action de sus cuentos clásicos: algunos ejemplos son Maléfica (2014), Cenicienta (2015) y, la más reciente, El Libro de La Selva (2016). Alice In Wonderland tuvo su película animada en 1951, y hace seis años Tim Burton dirigió la remake. Una vez más, Disney apostó a la mágica historia y ahora trae la secuela de las novelas de Lewis Carroll.
Alicia A Través Del Espejo está ubicada un par de años después de su antecesora, donde Alicia (Mia Wasikowska) libera al mágico país del tirano gobierno de la Reina de Corazones (Helena Bonham Carter). Ahora en el País de las Maravillas reina la paz, gobernado por la Reina Blanca (Anne Hathaway) hasta que esa tranquilidad se interrumpe por la repentina tristeza de uno de sus habitantes mas pintorescos: El Sombrerero (Johnny Depp).
A su vez, Alicia se encuentra en el mundo real donde llevó mucho tiempo de expedición al rededor del mundo y al volver a casa también tiene que lidiar los problemas con su madre. Pero sus amigos en Wonderland necesitan su ayuda y harán que cruce por un portal atreves del espejo para que este de vuelta.
Alicia, a lo largo de todo el relato, deberá encontrar la solución para devolver la felicidad a su mejor amigo. Para ello emprende un viaje en el cual conoce a El Tiempo (Sacha Baron Choen) y descubre una manera para viajar en el tiempo aunque esto les traerá muchas consecuencias. Y la historia suena repetitiva: Alicia tiene que afrontar decisiones en el mundo real y se refugia nuevamente en el país fantástico. Todo parece muy mágico hasta que lo predecible gana.
Aún así, las actuaciones son buenas. El elenco se repite con Mia Wasikowska nuevamente en el impecable papel de la joven Alicia. Anne Hathaway, Helena Bonham Carter y Johnny Depp vuelven a resaltar con sus excéntricos papeles. Hay una importante incorporación y es Sacha Baron Choen, extravagante y muy correcto en todo momento.
James Bobin fue el encargado de dirigir esta película que ofrece la esencia de lo que puede ofrecer Disney en sus mundos mágicos y coloridos. Supo respetar el universo que se presentó en la primera película, pero sin embargo no deslumbra de la misma manera como lo hizo el film de Tim Burton, que esta vez ocupó el puesto de productor.
No menos importantes son las visuales que tiene el film que se torna un protagonista mas en pantalla, las recreaciones del Pais de Las Maravillas con sus personajes perfectamente caracterizados logran que todo lo que se ve y se oye sea muy bueno.