Aquel famosísimo País de las Maravillas siempre parecía la tierra prometida para cualquier fanático de Tim Burton. Pocos cineastas poseen un imaginario tan adaptable a ese universo creado por Lewis Carroll. La moda en apariencia imparable del cine en tres dimensiones no hace más que potenciar ese nexo posible entre el cineasta y uno de los mundos más reconocibles de la historia de la literatura. Burton se toma todas las libertades posibles y recurre a distintos elementos de las novelas Alicia en el País de las Maravillas y A través del espejo para conseguir una aventura emocionante que se siente como propia del cineasta. Tim Burton parece completamente enamorado de ese universo de Alicia y se le nota en cada fotograma. Tal vez por eso sea que recurrió a tres de sus protagonistas más amados: su mujer, Helena Bonham Carter es la Reina Roja; el admiradísimo christopher Lee le pone la voz al Jabberwocky; y el “amichaeljacksoneado” Sombrero Loco del histriónico Johnny Depp se merece una película aparte por ese fino equilibrio que consigue entre la caricatura desquiciada de sus actos y la sutileza de sus emociones que dan a entender que esa nena que ya ni siquiera lo registraba le había roto el corazón.