Modelos de militancia ¿Qué rol desempeñaron John William Cooke y Alicia Eguren dentro del peronismo?. ¿Por qué el partido y la historia los olvidó? El documentalista Carlos Castro no solo logra rescatar del polvo de la historia a una pareja emblemática sino también dar respuesta a los interrogantes que van surgiendo a lo largo del film y señala:“Ellos, desde algún lugar, fueron figuras límites”. El documental se estructura a partir de reconstrucciones ficcionales interpretadas por Carlos Portaluppi y Ana Celentano, imágenes de archivo, fotos, documentos y entrevistas. Políticos, periodistas, escritores y amigos dan su testimonio contextualizando a los personajes y enriqueciendo la investigación. Castro hace un recorrido cronológico y minucioso sobre ambos personajes rescatando el significado de la militancia y el compromiso con los ideales. Primero conoceremos a Cooke “el Bebe”, un joven idealista. Su inicio en la política, la participación en la Revolución Libertadora, la fidelidad y funcionalidad a Perón, la férrea militancia, el compromiso político inclaudicable a la causa justicialista, la resistencia peronista, el exilio y la cárcel. Político de raza que participó en momentos decisivos de la historia argentina – desde ser el generador del pacto Frondizi-Perón, hasta ser un posible sucesor del General –, sino también a nivel internacional, al participar en la defensa de Bahía de los Cochinos en Cuba. Sin embargo, Cooke no hubiese sido el mismo sin la presencia de su compañera de vida, Alicia Eguren. Profesora de letras, escritora y militante. Fue la Fundadora de la Acción Revolucionaria Peronista –ARP- junto al “Bebe”. Una mujer de carácter que también padeció los tropiezos del exilio y la prisión. Alicia y Cooke eran distintos pero complementarios. Se admiraban y esa unión los llevó a luchar juntos en Cuba en apoyo a la Revolución junto al Che, con quien formaron una gran amistad, sobre todo Alicia, que alcanzó un alto grado y formó a muchos jóvenes argentinos en la guerrilla. La muerte natural lo encontró a Cooke en 1968 y Alicia fue desaparecida en 1977 y arrojada al mar en los vuelos de la muerte. Si bien Castro logra, a través de un registro clásico, acercarnos al fulgor de aquellos años y posicionarnos sobre la piel de John y Alicia, las reconstrucciones ficcionales no están a la altura del resto del documental, un recurso delicado que el documental utiliza, pero que en este caso, produce cierta molestia y distracción, particularmente cuando presenciamos a los actores elaborar la composición de los personajes. Alicia & John es el quinto documental de la serie “Vidas Argentinas” – los otros estuvieron dedicados a Leopoldo Lugones, Norma Arrostito, Haroldo Conti y Ramón Carillo – producidos conjuntamente entre el Centro Cultural Caras y Caretas y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. El objetivo del ciclo es rescatar y contar otra versión de ciertos personajes que actuaron dentro de la historia del país.
La pareja peronista En esta nueva entrega de la serie que Caras y Caretas presenta sobre personajes de la Historia Argentina, llega el turno de Alicia y John, una pareja perteneciente al peronismo más combativo de la década del 60 que, según el documental, fueron más peronistas que el propio Perón. John William Cooke, alias el “Bebe”, es uno de los tantos personajes olvidados de la historia argentina. Su relación con el lazo marxista del peronismo, lo llevó a ser catalogado como un hijo para el Gral. Perón. Luego del bombardeo a Plaza de Mayo se exilió en Cuba, conociendo al Che Guevara y a Fidel Castro. Allí escribiría distintos libros doctrinaros para fomentar la ideología revolucionaria. Alicia Eguren, como detrás de todo gran hombre siempre hay una gran mujer, fue la encargada de acompañar al “Bebe” en la militancia, siendo muchas veces ella el “cerebro” de las reuniones de grupo. También fue ella quien impulsó a John W. Cooke a escribir y publicar sus libros. Este documental ficcionalizado, retrata vida y obra de esta peculiar pareja, su lucha, ideología, fusión con el marxismo y su relación con Juan Perón. Dueños de una postura crítica, pero siempre dentro del movimiento, fueron queridos y odiados por otros sectores del peronismo. Carlos Portaluppi y Ana Celentano son los encargados de interpretar a Alicia y John. Como bien vemos al comienzo, sólo hay un video en el que se ve a John junto a Perón, luego solamente son fotos y sus libros el material de archivo para construir el documental. El caso de Alicia es similar, sólo fotografías. Por ello, la ficcionalización de diversos momentos ayudan a darle correlatividad narrativa al film. Ambos actores comienzan a relatar a cámara la historia de cada personaje. Pronto, las entrevistas a diversos especialistas se intercalan con el relato, dándole fluidez, veracidad e intensidad a lo expuesto. El Centro Cultural Caras y Caretas presenta este documental que sigue en un buen nivel la serie de films dedicados a personajes -los anteriores fueron Haroldo Conti: Homo Viator y Norma Arrostito- consiguiendo acercarnos a Alicia y John con espíritu reflexivo, pero también a la historia Argentina, cargada de matices y contradicciones, pero también de héroes desconocidos. Quizás por eso, estos personajes no tuvieron su lugar, su recuerdo y su valoración dentro del peronismo. Pero esa es una conclusión que deberá sacar el espectador luego de ver este film, que merece ser conocido, tanto como Alicia y John.
Una pareja atravesada por la historia política "Alicia y John: el peronismo olvidado" Cooke y Eguren, en el recuerdo. John William Cooke es más conocido por su nombre que por los detalles de su larga militancia, primero peronista y luego, en Cuba, cercano a los líderes de la Revolución (Fidel Castro, Che Guevara). Pocos políticos argentinos llevan ese nombre anglosajón y eso, de entrada, le guarda un lugar inusual en los libros de historia política. Pero su vida y su militancia, las idas y vueltas de su relación con Juan Domingo Perón, y su relación de pareja con Alicia Eguren. De hecho, que la película se llame Alicia y John: el peronismo olvidado deja a las claras que sus figuras no adquirieron el peso histórico que, según este documental, deberían haber tenido. Con algunos momentos de ficción -llamémoslos "brechtianos"-, en los que los actores Carlos Portaluppi y Ana Celentano "interpretan" a John y a Alicia, y a la vez comentan sobre sus acciones separándose de sus personajes, el filme de Carlos Castro con guión de Graciela Maglie y el propio realizador está organizado como un documental clásico, con entrevistas a decenas de personas (compañeros de militancia, destacados políticos justicialistas, historiadores, amigos de la pareja, etc.), que van narrando el derrotero de la pareja desde el inicio de su relación con el peronismo (que fue extraña, ambos venían de la alta burguesía) hasta sus respectivas muertes, pasando por el exilio, su relación cada vez más tirante con el General Perón y su apasionamiento, ya en los años '60, por los ideales de la Revolución Cubana. El filme de Castro recupera las curiosas trayectorias de ambas figuras y también se plantea qué hubiese pasado si Cooke, a quien Perón en algún momento consideró su heredero pero a quien luego fue abandonando, hubiese estado vivo en los '70, usando su inteligencia política para organizar y conducir a los nuevos militantes revolucionarios. Un cáncer se lo impidió. A ella, se lo impidió el Golpe del '76 y hoy es una desaparecida, no sólo de la dictadura militar, sino de la gran historia política nacional. Algo que este filme intenta subsanar.
Documental sobre el peronismo Dentro de la serie Vidas argentinas , que desde el Centro Cultural Caras y Caretas dirigen María Seoane y Víctor Santa María, surgieron varios documentales sobre personajes de nuestra historia. Ahora, con Alicia y John. El peronismo olvidado , fijaron su atención en John William Cooke y en Alicia Eguren y le encomendaron la tarea al director Carlos Castro. No mucho es lo que la mayoría de la gente conoce acerca de esta pareja, que tuvo una enorme gravitación en los momentos más importantes de la existencia de Perón tanto en el poder como en el exilio. Cooke, descendiente de una familia radical, se recibió de abogado y luego del intento del golpe de Estado de junio de 1955 Perón lo designó interventor de su partido. Fue detenido, logró fugarse de la cárcel, se exilió en Chile, retornó al país en 1958 y se convirtió en uno de los primeros peronistas en apoyar la Revolución Cubana. Alicia Eguren, por su parte, fue su pareja durante muchos años para luego casarse y ambos se unieron a las guerrillas de Fidel Castro y del Che Guevara. El documental se matiza con escenas ficticias animadas por Carlos Portaluppi y Ana Celentano, además del testimonio de amigos, periodistas, escritores y políticos, escenas de noticieros y diarios de la época. Los responsables del film no tuvieron necesidad de embanderarse políticamente, sino que inteligentemente se limitaron a mostrar las existencias de esos protagonistas que marcaron un signo vital en los momentos más álgidos de la existencia peronista.
El peronismo olvidado Para acercarles el reconocimiento que disfrutaron escasamente en vida, la serie de filmes denominada Vidas Argentinas, que produce el Centro Cultural Caras y Caretas junto al INCAA, esta vez se ocupó de las apasionantes historias de Alicia Eguren y John William Cooke. Venidos los dos de familias acomodadas y adscriptas al radicalismo, Eguren y Cooke abrazaron la causa peronista. Cooke fue electo diputado en la misma elección que consagró por primera vez como presidente a Juan Domingo Perón y ocupó el cargo hasta 1951; Eguren, escritora y poetisa, se acercó a Cooke recién en 1955 (aunque lo conocía desde el año 1946), cuando la Revolución Libertadora lo puso al frente la resistencia peronista. Su relación, interrumpida por la muerte de Cooke, en 1968 (Alicia fue víctima, en 1977, de uno de los vuelos de la muerte), tuvo como escenarios la Argentina de la fiesta peronista y también la ensangrentada por Aramburu y compañía, los diferentes países del exilio y la definitiva Cuba, cuya Revolución soñaron reproducida en la Argentina. Desde el comienzo, el film muestra que estos dos dirigentes, a bordo de sus convicciones, son la expresión pura y acabada de la llamada “izquierda peronista”. Un recorte que los señala como lo más valedero de esa expresión, diferenciándolos (sin críticas) de aquellos que alzaron las mismas banderas desde la lucha armada en los 70. A los pocos momentos de ficción se suman importantes testimonios (Pedro, hijo de Alicia, Antonio Cafiero, Norberto Galasso, Eduardo Jozami, Miguel Bonasso, compañeros de militancia de aquí y de Cuba) y material de archivo, constituyendo un documental que, paradójicamente, idealiza a Eguren y Cooke del mismo modo que ellos no idealizaron a Perón. Esa imagen prístina, sumada al subtítulo “El peronismo olvidado”, habla de un mecanismo para ilustrar conductas y pensamientos en desuso que se contraponen con los actuales. Pero la mirada es siempre nostálgica y tal enfrentamiento de peronismos jamás sucede (esa falta de autocrítica). La clave la da Cafiero: cuando se le afirma que Eguren y Cooke han sido olvidados, señala “es cierto, es cierto, pero eso es un rasgo distintivo del peronismo y de los argentinos”. Y fin de la discusión.
Con un destacado trabajo de archivo, que incluye entrevistas y recopilación de fuentes visuales, Alicia y John, el peronismo olvidado, logra proponer para su rescate a dos personas fundamentales en la historia de las luchas populares latinoamericanas. Desde el punto de vista ideológico la película emociona y colabora con la construcción de la historia de la militancia, aportando a esa gran reflexión pendiente sobre los luchadores latinoamericanos que nos debemos como sociedad. Desde lo cinematográfico la película es correcta, mayormente apoyada en el archivo y la entrevista, y apelando, felizmente, a un uso discreto de la ficción. En este sentido la labor de Juan Carlos Portaluppi y Ana Celentano ayuda a plantear el olvido, esbozando el problema a través de la tarea actoral cuando hay poco testimonio sobre el que basarse. Sin bajar línea, reconstruye la historia a partir de las cartas entre Cooke y Perón durante la etapa de la proscripción de este último, abriendo luces desde una perspectiva poco trabajada a nivel masivo, que es la de ese peronismo olvidado, el del gran orador e intelectual maldito que fue Cooke hacia dentro del peronismo, y el de la gran militante y cuadro político que fue Eguren, y el lugar outsider y lúcido de ambos dos frente a cualquier estructura partidaria. El resultado del film de Castro es una pieza de divulgación necesaria y directa que abre el debate sobre otros modelos de participación social.