Battle Angel: La última guerrera es una película cyberpunk basada en el icónico manga japonés creado por Yukito Hishiro en los años 90′. Esta versión nos trae a Alita y a todo su distópico mundo, en un film de acción real dirigida por Robert Rodríguez. A pesar de tener algunos baches en su arco narrativo, la película resulta entretenida gracias al trabajo de su director, el carisma de la protagonista y su imponente apartado visual.
El film nos trae como protagonista a Alita, una Cyborg encontrada en la basura por un doctor que decide reconstruirla y darle un refugio. Está ambientada en un mundo futurista donde sabemos que se ha dado lugar a una guerra, y que la ciudad flotante de Zalem toma el control de las marginales ciudades que sirven como colonias proveedoras de recursos. Alita comienza a recordar cosas sobre su pasado y la importancia que ella tiene sobre esa guerra, donde también se incluye un violento deporte que es la llave para viajar a Zalem, más una trama amorosa que poco tiene para aportar. En líneas generales, la trama es interesante, aunque no dejamos de pensar de que se trata un conjunto de historias que ya hemos visto en varias películas. De todos modos el personaje de Alita se encuentra muy bien construido y diseñado a partir de efectos digitales y captura de movimiento, es el viaje de ella lo que resulta atrapante y entretenido en el film. El resto de los personajes están muy desdibujados, con una Jenifer Conelly que solo sirve para ser útil en un momento determinado, y un Mahershala Ali, que aún no sabemos porque fue a parar ahí. Otra cuestión que resta puntos, es aquella trama amorosa que fué incluída seguramente para atraer al público juvenil, pero que resulta cliché empalagoso que poco tiene para aportar a la historia. Para compensar tenemos un ritmo de acción mantenido, acompañado de un fuerte apartado visual que nos regala un deleite de escenas. La película da aquella sensación de que algo grande está por venir y que está aventura, a pesar de sus fallos, es un efectivo prólogo para introducirse en el mundo de Alita.
Robert Rodríguez se hace cargo del trabajo de dirección en un film en que se nota su mano como realizador, pero que aún así parece que ha sufrido de muchas limitaciones. En varios cortes podemos notar que la cinta pretende ser un tanto más oscura y violenta, y que seguramente por decisiones del estudio, esto ha quedado a medio camino. Aún así podemos visualizar un excelente trabajo en los efectos especiales y el diseño artístico de aquel distópico mundo, siendo la escenas donde predomina la acción, el gran deleite de la película.
En cuanto a las actuaciones, principalmente es destacable el trabajo de Rosa Salazar en el papel de Alita. A pesar de que la actriz fue sometida a un trabajo de digitalización para su personaje, denota también un esfuerzo a nivel interpretativo que traspasa el CGI implementado. En cuanto al resto de los actores, solo podría destacar a Christoph Waltz, que mantiene efectivamente un rol casi paterno con la protagonista. El resto del elenco está entre la falta de desarrollo de sus personajes y el patetismo por las situaciones absurdas que padecen.
Battle Angel: La última guerrera es una película entretenida, aunque en sus más de dos horas de duración, bien podrían haberse ahorrado las subtramas más empalagosas y centrarse en el conflicto principal. En un film que cuenta con una efectiva ambientación cyberpunk, y un notable apartado visual, sobre todo en las escenas de acción. Esta cinta, a pesar de sus fallos, denota la mano de su director Robert Rodríguez, en una historia que con algunos cambios puede apuntar a más en el futuro.
Calificación 7/10