Con una mochila muy pesada
El viaje de Cheryl Strayed es más pesado que la mochila que lleva a cuestas. Y, por momentos, acompañar el viaje de la protagonista (encarnada por Reese Witherspon) se torna aún más agotador para el espectador. La película, basada en uan historia real (y van...) transcurre en la década del 90, y recorre el derrotero de una mujer que se larga a atravesar el sendero de la Costa del Pacífico, en la más absoluta soledad, para reencontrarse con sí misma. Son unos 1.800 kilómetros, que le llevará más de tres meses de caminata en medio de zonas montañosas, nieve, frío y algunas alimañas, de la especie animal y de la humana, que se cruzarán en su tortuoso sendero. El director Jean-Marc Vallée, que venía de picar alto con la premiada "Dallas Buyers Club" ("El club de los desahuciados"), vuelve al universo tedioso que tuvo en su filme "La joven Victoria" y no logra darle al personaje el pulso salvaje con que amaga en el título (el original es "Wild"). A lo largo de su viaje, la historia recorre el pasado de Cheryl, en una suerte de flasbacks, para explicar cuáles fueron las razones que la llevaron a tomar tan extrema decisión, más emparentada con el sacrificio que con el placer. Con el eje traumático en la enfermedad de su madre (impecable Laura Dern), ese pasado sumará sexo sin amor, drogas duras, frustraciones de pareja y otras infelicidades. Y todo dentro de una pesada mochila.