Todos con todos
Liliana Paolinellii (Lengua Materna, 2010) propone una temática muy de moda: la pareja del mismo sexo que atraviesa un momento de crisis. Para resolverla, hay que experimentar, así que no faltarán las relaciones lésbicas, heterosexuales y tríos que aparecen porque sí y desaparecen del mismo modo.
Situado en la provincia de Córdoba, el film narra la historia de Mecha (Carolina Solari, Verano Maldito, 2010) y Ofelia (Mara Santucho, Salsipuedes, 2008), una pareja que atraviesa un momento de crisis que comienza cuando Mecha revela que tiene una amante. Ahora tendrá que elegir entre Ofelia y Ana Laura (Claudia Cantero, La mujer sin cabeza, 2008).
Desde que Mecha revela su infidelidad (confesión que se genera en la primer escena del film) las decisiones y reacciones de los personajes se van desarrollando de un modo insólito. Los personajes parecen títeres de una voz exterior que les indica que hacer y que decir. Ellos obedecen, hacen lo que esta voz invisible ordena, pero no parecieran comprender la razón de su accionar y ni hablar del espectador, a quien no se le ofrece ninguna herramienta que provea explicaciones.
Los personajes de Ofelia y Mecha están correctamente construidos, siendo Ofelia (interpretada con mucha naturalidad por Mara Santucho) quien aporta los momentos más simpáticos del film. La dinámica de pareja que plantea Liliana Paolinelli, comienza siendo interesante, pero la aparición de los personajes de Ana Laura y Mario, que son quienes irrumpen en la cotidianeidad de su relación, contribuyen a la mediocridad de Amar es bendito (2013), ya que por un lado, Mario reúne todas las características del antagonista de un clásico melodrama de Hollywood, mientras que Ana Laura es sumisa y carente de personalidad, cambiando de amante como si se tratara de figuritas. Todo pareciera darle exactamente lo mismo.
Técnicamente, Amar es bendito funciona, a través de planos secuencia que nos sumergen en las situaciones intimistas que la directora propone, pero las incongruencias en el relato son tantas, que solo pueden dar como resultado, un espectador que saldrá del cine confundido y molesto.