William Eubank (Love, The Signal) continúa enfocado en los thrillers orientados a la ciencia ficción. Esta vez nos presenta Amenaza en lo profundo, una película protagonizada por Kristen Stewart, T.J. Miller y Vincent Cassel.
Ya es moneda corriente el fanatismo de Hollywood hacia las (mega)producciones que se encaprichan con extrañas criaturas que amenazan con acabar con la vida de pobres e indefensas personas. Existiendo tanta oferta en este aspecto es inevitable no caer en las, muchas veces odiosas, comparaciones. En esta ocasión el paralelismo entre esta película y Alien es más que evidente. Claro está que ésta última supo sobrevivir al paso del tiempo y consagrarse como un clásico.
Luego de que un extraño terremoto destruyera casi por completo una estación ubicada en lo más profundo del océano, un grupo de investigadores de Indutrias Trian deberá utilizar toda su fuerza (tanto física como mental) para poder llegar a otra instalación subacuática, la cual cuenta con unas cápsulas especiales que los enviarán de retorno a la superficie.
A los pocos minutos de ¿aventura?, este grupo liderado por la mecánica Noah (Kristen Stewart), pese a que el capitán del equipo es Lucien (Vincent Cassel), descubrirá que no está sólo. Es por demás sabida la frase de que “el ser humano conoce sólo un 5% del océano”, entonces ¿qué criatura extraña y desconocida estará acechando y amenazando la vida de estos investigadores?
Amenaza en lo profundo intenta abarcar múltiples géneros, desde ciencia ficción y suspenso hasta acción y terror, pero finalmente no logra enfocarse en ninguno específico. Por unos segundos la trama también intenta realizar una crítica hacia cómo los seres humanos destruyen todo lo natural que está a su alcance. Este punto finalmente queda más como un comentario (completamente forzado) al pasar que como algo en lo que realmente se quiera ahondar.
La trama es completamente previsible y cae en cada clisé habido y por haber. Desde la explosión, que ocurre en los primeros minutos, es fácil anticipar qué pasara a cada segundo (inclusive qué personajes nos acompañarán hasta el final y cuáles se quedarán a mitad de camino). El hecho de que todo lo que se muestra sea tan obvio hace que la historia en sí se vuelva completamente tediosa. Ni siquiera el hecho de que la película dure sólo 95 minutos hace que no se sienta larga .