Partisanos y milicianos.
Cuesta creerlo pero finalmente Hollywood nos ofrece una remake de Amanecer Rojo (Red Dawn, 1984), circunstancia que pone al descubierto el fetiche para con el refritar todo lo que demostró funcionar en taquilla, por más que estemos hablando de un producto original mediocre, anacrónico y “exitoso” tres décadas atrás. Por supuesto que la jugada genera una bazofia aún mayor que la anterior y apenas si nos sirve para señalar las pocas luces de los popes de la industria y su nula capacidad de predicción artística y/ o sentido común; como si en la actualidad alguien realmente se pudiese entusiasmar, teniendo la edad mental de un adulto promedio, ante la tontería fascistoide de una invasión comunista a Estados Unidos...