La graciosa y liberal Marley descubre que sufre de un cáncer de colon terminal. El doctor Julian Goldstein, encargado de comunicarle el diagnóstico, queda tan impresionado con el modo en el que Marley acepta su destino que decide acompañarla hasta el último minuto que le queda de vida.
“A little bit of heaven” está concebida a la medida de Kate Hudson pero carece de todo el humor del que ella puede hacer gala (aclaremos que en esencia el filme es una comedia dramática y no un melodrama lacrimógeno al 100%). Desde el minuto cero sabemos qué ocurrirá a lo largo de toda la cinta y esperamos que suceda lo inevitable: la enfermedad pondrá patas para arriba su mudo, la hará ver la vida con otros ojos y se enamorará de su médico.
Los pocos intentos de realizar escenas cómicas en el paraíso fracasan estrepitosamente y la participación de Whoopie Goldberg como el rostro de Dios es desastrosa. Hudson, por su lado, parece estancada en su carrera. ¿Cuándo volverá a interpretar roles como los de “Casi famosos” o “Cómo perder a un hombre en diez días”?
Intentar una comparación con la reciente “50/50” ni siquiera entra en discusión. Un abismo se interpone entre ambas propuestas.