Claudia y Flavio son dos profesores universitarios que se enamoraron de manera repentina y perdidamente. Se entregaron a esa relación de manera intensa pero de a poco comenzaron a ahogarse. El uno al otro o ellos a sí mismos.
“Amores frágiles”, dirigida por Francesca Comencini y escrita junto a Francesca Manieri y Laura Paolucci, pretende desnudar más que una historia de amor, la historia de una obsesión, de aquellas en las que una persona realmente cree que una vida no es posible sin ese otro.
Claudia, interpretada por Lucia Mascino, fue una mujer fuerte, directa, con ideas claras y de repente creyó que lo que tiene frente suyo es un amor puro, fuerte, de esos que no hay que dejar pasar.
Por eso, después de haberse separado, de haber estado a punto de casarse y hasta de haber discutido sobre la posibilidad de tener hijos, le manda mensajes constantemente, mensajes que en algún momento ya se cansa de responder, y si lo hace le dice que prefiere suicidarse antes que volver con ella.
Desde el principio nos podemos dar cuenta de que la relación que tenemos en frente no puede ser una relación sana.
Pero en el medio, a medida que a través de flashbacks se nos va desnudando lo que supieron tener, se puede comprender por qué alguien en algún momento creyó que eso podía ser para siempre. Así, el film deambula entre las reacciones exageradas de Claudia y el hastío de Flavio junto al romance incipiente de cuando se conocieron y los pequeños momentos que supieron compartir en una casa vieja en las afueras.
Comencini se enfoca principalmente en el punto de vista de su protagonista femenina. Su susceptibilidad y vulnerabilidad ante la ruptura, la pasión que le puso a la pareja ahora volcada en recuperarse de él o recuperarlo a él. Se pueden ver a ambos protagonistas intentando rehacer sus vidas, curioso que cada uno lo hace con una de sus estudiantes y sin embargo cada una de esas relaciones son muy distintas.
Ella se deja cautivar por momentos por aquella joven bailarina de un club nocturno que la deslumbra en cada examen, pero no puede entregarse a ella porque sabe que ama a otra persona. Él intenta rearmar su vida con una chica mucho más joven, y así como le gusta y lo seduce también lo presiona y lo hace sentir viejo. Suena cliché, ¿no? Idas y vueltas. Discusiones y replanteos.
Un retrato poco habitual sobre las relaciones amorosas aunque bastante cercano por momentos cuando se trata de todo lo que uno puede sentir al ser dejado. No obstante, las exageradas neurosis de su protagonista femenina terminan sucediéndose de manera tan constante que es difícil de generar cierta empatía.
“Amores frágiles” es entonces un film bastante desparejo, incluso en su tono.
Por momentos un drama romántico, en algunos otros con ciertos tintes de humor y hasta de fuerte ironía. Sin embargo, este retrato que pretende ser visceral y honesto se termina sintiendo forzado y poco genuino.
La resolución permite da un ¿final? digno. Aunque habiendo sido testigos de todo lo anterior nos es inevitable preguntarnos si va a durar.