Inesperadamente sólida. Inesperadamente graciosa.
Nunca jugué al Angry Birds, pero era consciente de su enorme popularidad. Como la mayoría, al descubrir que tendrían una película, mi reacción inicial fue “Acá tenemos otro intento ridículo de los estudios de hacer plata con una propiedad conocida”. No obstante, si hay algo con lo que no puedo discutir es cuando me encuentro con una buena narración y con una buena comedia. Para mi sorpresa —y espero que para más de un espectador—, Angry Birds es un título de animación que sale airoso en ambos frentes.
Pájaro en mano
En una isla completamente habitada por pájaros antropomorfos, Red está obligado por la corte a tomar clases de manejo de la ira, a raíz de un desaguisado que tuvo con un padre que contrató sus servicios como payaso de fiestas infantiles. El curso no le sienta bien, ni la orientadora que lo dirige y menos que menos sus compañeros de curso. Mientras se produce esto, llegan a la isla una raza de cerdos, alegando venir en son de paz, pero Red comienza a sospechar que algo raro están tramando.
Siendo una película de animación “no-Pixar” me esperaba lo peor, y sin embargo fui derribado del caballo. Luego pude constatar en los créditos que el responsable del guión es Jon Vitti, un caballero responsable de episodios de Los Simpson tales como “Bart el Genio”, “Las Crepas de la Ira”, “Simpson & Dalila”, “Bart el amante”, “Don Barredora”, “Cabo de Miedosos” y “Burns Verkaufen der Kraftwerk”.
Pero haciendo un lado mi obvio fanatismo por la familia amarilla —en sus primeros años claro está— hablemos del guión de la película en cuestión. Este posee una estructura clara y definida, con una narrativa que fluye y sendas escenas de acción muy bien trabajadas. Los personajes están claramente delineados y desarrollados; cada uno con su tic, con su personalidad, y cada uno tiene su escena en donde se roba la película. A todo esto debe sumarse que el arco del protagonista es trabajado satisfactoriamente. Naturalmente, en el apartado cómico es donde la película tiene sus mayores lauros; hay momentos de risa modesta, y otros con sonoras carcajadas que se sostienen durante minutos.
La animación de la película está bastante lograda; hay un gustoso uso de las texturas y los colores primarios, resaltado por decentes efectos de iluminación dentro de una clave alta, a lo que tenemos que sumar un muy fluido uso de la cámara. Por el costado de la banda de sonido destaco también la partitura música de Heitor Pereira.
Conclusión
Con personajes queribles y un impecable sentido tanto de la aventura como de la comedia, Angry Birds es un título que dejará satisfechos tanto a los chicos como a los adultos que los acompañen, hayan jugado el juego o no. Aunque dista de ser una obra maestra, no sólo cumple con creces su objetivo de entretener, sino que lo hace contando bien una historia a través de personajes que pueden conectar con el espectador. Una inesperada y sólida sorpresa.