Creía que luego de la segunda entrega de animales fantásticos la saga estaría muerta, no porque fuese una mala entrega, sino porque tanto la taquilla comos las opiniones no la habían acompañado del todo. A pesar del exceso de Fan Service , defendía al film sobre todo por un carismático Dumbledore interpretado por Jud Law, y que daba un anticipo de una de las tramas más interesantes que podía dejar esta serie, el enfrentamiento entre Dumbledore y Grindelwald.
Luego de que si segundo film nos trajo a Jhonny Depp como Grindelwald, se vino la polémica por el cambio de actor. La realidad es que Mads Mikkelsen trae un villano mucho más carismático aunque con un guión que no acompaña al desarrollo del personaje. La trama se concentra en la relación de ambos personajes, dando un anticipo a lo que sería la batalla que nombrada en pasajes de la serie de Harry Potter. Vamos a decir la verdad, los animales fantásticos ya casi no existen, y por más carismático sea Newt Scamander, no supieron que hacer con el , aunque cuente con el momento gracioso del film. Y eso es lo que pasa con el resto de los personajes, no saben dónde están ubicados, sus acciones se vuelven irrelevantes al punto que la cosa podría funcionar si ninguno estaba involucrado, cómo hicieron con Tina, con la excusa que ascendió en su puesto en el ministerio estadounidense, y se la excluyó de toda la trama.
Ahora sí, Jud Law y Mikkelsen interpretan con mucha fuerza a aus personajes, y aunque no hay muchos secretos revelados, lo importante es el lazo que había entre ellos y las consecuencias que pueden traer su rompimiento. También el film trae una trama política, pero que está desarrollada tan vagamente. Se llevan a cabo unas elecciones para elegir los líderes de la confederación de magos, por algún motivo Grindelwald está involucrado ahí. Y lo que suceda ahí determinará el futuro del mundo mágico y la relación con los no magos. Básicamente es la premisa, en las que las cosas irónicamente se presentan mágicamente y así se esfuman sin traer consecuencia alguna. Quisiera dar spoilers, pero lamentablemente no los hay, porque en más de dos horas de película, no sucede nada. Bueno, volvemos un rato a Hogwarts.
Si hay algo que funciona es toda la factura técnica, contamos con escenas de acción que son muy atractivas visualmente. Además de la aparición de escenarios y criaturas que denotan un buen trabajo desde lo artístico. La vuelta a Hogwarts, por más nostalgia que de, tampoco resulta muy impresionante, aunque se agradece un poco que no haya tanto exceso de fanservice intencional como había sucedido en la entrega anterior.
Se esperaba muchísimo más de esta entrega, por lo que suponía la batalla entre dos personajes que resultaba muy atractivo para todos los fans de Harry Potter. El problema fue la idea de querer seguir estirando el chicle, en un conflicto que se podría haber resuelto en este film y que nunca sucedió. La película tiene cosas muy interesantes y no todo es un desperdicio, pero lamentablemente toca decir que su metraje de más de dos horas es aburrido y con una historia que jamás avanza. De no morir acá esta saga, esperemos que le den un buen final al enfrentamiento que todos están esperando.
Calificación 4/10