Animales fantásticos y dónde encontrarlos nos envuelve de nuevo en ese mundo mágico lleno de vida, esperanza, oscuridad, personajes únicos y este caso en particular: bestias. Esta precuela de la saga de Harry Potter escrita por su creadora J. K. Rowling nos brinda una buena oportunidad para seguir disfrutando de este universo mágico.Newt Scamander (Eddie Redmayne) un “magizoologo” es el gran protagonista de esta película. Newt goza de ser sumamente singular, diferenciándose considerablemente del trio de amigos que todos conocemos, él es tímido y de pocas palabras, pero extremadamente leal hacia su pasión: el cuidado y protección de las bestias.
Desde el comienzo del film, situado en Nueva York a mediados de 1920, Newt se encuentra en problemas al cruzar caminos con un no-maj/muggle llamado Jacob (Dan Fogler en un papel que pone a el resto del reparto en el olvido), desde ese momento la vida de este dúo no va a ser la misma.Animales fantásticos y dónde encontrarlos consigue despertar interés gracias al uso extremadamente efectivo de estos “animales fantásticos”, entre ellos se destaca un ornitorrinco o “Niffler” que literalmente se roba todo objeto brillante – y la película en sí -, un rinoceronte con cara de anciana y un mono peludo que predice futuros cercanos, entre otros. Todo momento en que se cuenta con la presencia de estos “Bichos raros” la película brilla. Lo que no brillan demasiado son los “humanos”.
A los ya mencionados Redmayne y Fogler, se suman los nombres de Colin Farrell, John Voight, Ezra Miller, Samantha Morton y Ron Perlman al reparto, y acá viene el problema; pueden ser grandes nombres, pero por la combinación de mal casting y un pobre trato en el desarrollo de los personajes, la película no consigue trasmitir algún interés por ellos, los ejemplos más claros son los de Miller, Farrell y el propio Redmayne. Miller caracteriza a un personaje que literalmente falla en todos los aspectos de su humanidad, es insufrible y cada vez que está en pantalla uno ruega que se le termine el contrato en unos pocos minutos. Redmayne cae en lo que se puede denominar “síndrome de ganador del oscar”, esto es, repetir un papel que le dio la gloria máxima hasta el cansancio, y aquí en Animales Fantásticos,él es simplemente Stephen Hawkings en sus años dorados sin silla de ruedas y, también esta Farrell, él brinda una buena actuación, pero su personaje está demasiado descuidado y no se explora lo suficiente sobre él. Animales fantásticos es un must see para todo fan de Harry Potter, que anima pero con lo justo.