Animales Fantásticos: hubo vida antes de Harry Potter
Un nuevo film situado en el universo creado por J.K. Rowling busca seguir explotando el filón con toda una nueva galería de personajes
La historia, escrita por la propia J.K. Rowling adapta de alguna manera el libro del mismo título que en la ficción (y en la realidad porque salió publicado como merchandising en 2001) es un compendio de todos las fabulosas criaturas que se viven en el mundo mágico que utilizan los alumnos del colegio Hogwarts como bibliografía obligatoria en el primer año de clases.
Yendo a la película, el espectador deberá desechar completamente, para poder disfrutarla, cualquier idea de volver a ver a alguno de los personajes clásicos ya que la trama no sólo es completamente novedosa sino que inclusive se desarrolla en los Estados Unidos en 1926. Más disímil, imposible.
"Animales Fantásticos" relata un viaje que hace Newt Scamander, un coleccionista de estas criaturas que las mantiene muy cómodas en una especie de zoológico que montó en su maletín de viajero, a la ciudad de New York en el año 1926 y coincide con el reinado de terror que viven los magos a raíz de los ataques perpetrados por Geller Grindewald, un mago tenebroso que desató una guerra global de magos.
Pero Scamander tendrá que solucionar sus propios problemas cuando, tras una confusión de maletines, los animales que lleva se escapan por toda la ciudad.
A partir de esta premisa, el director David Yates, que tuvo a su cargo la realización de las últimas cuatro entregas de Harry Potter y que retoma acá su tarea luego de la fallida "Tarzán".
La historia tarda un rato en entrar en calor dada la afición del director de tratar de presentar a los personajes y recién a la mitad de la película la cosa se pone en movimiento con dos frentes de batalla para los protagonistas, Scamander y dos magas y un "muggle" que se le unen en su cruzada.
Es la primera mitad de la película la que plantea quizá la apertura de tantos frentes lo que causa una cierta sensación de agobio mental ya que a medida que se van planteando los conflictos, el relato transcurre entre maravillosos efectos especiales que se llevan un gran porcentaje de la atención.
Eso sí, cuando la cosa toma ritmo, el relato y la imaginería visual de Yates –que ya roza la perfección- se unen y todo parece ir sobre carriles, aunque para eso ya se "perdió" mucho tiempo.
Lo bueno es que la historia funciona en dos ritmos: como film independiente que cuenta un episodio del pasado del mundo mágico y además como primer episodio de una trilogía de filmes que en los últimos días fue ampliada a una pentalogía que abarcará los siguientes 19 años de vida del protagonista.
Y hablando de éste último, Scamander está interpretado por el ganador del óscar Eddie Redmayne, que no se resigna a encarnar a un personaje sin tics faciales. Su personaje es por demás particular y, aunque simpático, le falta un poco de carisma ante sus compañeros de elenco que logran mucho sin recurrir a fantochadas.
"Animales Fantásticos" es, entonces, una película muy divertida para los fanáticos de J.K. Rowling, que reconocerán varios elementos de su obra literaria, y una buena opción para todo aquel que quiere conocer de qué trata todo esto y no sabe por dónde comenzar.