Bestias civilizadas.
Susan Morrow (Amy Adams) es la dueña de una galería de arte de Los Ángeles, una mujer rica que se mueve en ese mundo snob que combina mucho dinero y algo que ellos llaman arte.
Susan no siempre fue así; burguesa, fría y materialista. Hace más de veinte años estuvo casada con Edward Sheffield (Jake Gyllenhaal), un escritor sensible al que abandonó para tener una vida mejor, o con más dinero. Pasados los cuarenta, mientras atraviesa una crisis personal y matrimonial -se siente vacía y su actual marido la engaña-, recibe en su casa una carta de Edward junto con el libro que ha escrito y que saldrá a la venta en pocos días, pero quiere que sea ella la primera en leerlo, ya que siempre fue su mejor crítica.
Desde la primera página Susan queda inmersa en el libro que relata la violenta historia que vive la familia Hastings -un padre (también interpretado por Jake Gyllenhaal), su esposa (Isla Fisher) y su hija- cuando son atacados una noche en una ruta de Texas por una violenta banda liderada por Ray Marcus (Aaron Taylor-Johnson).
El filme muestra las dos historias en paralelo, la de Susan con su sofisticada y superflua vida en Los Ángeles, y la de Tony Hastings atravesando una tragedia en un remoto y sórdido pueblo de Texas.
Susan queda consumida por esa violenta historia que termina afectando su vida y la lleva a recordar quién fue cuando estaba con Edward y el modo en que termino la relación, todo esto a través de prolijos flashbacks que no afectan la narración, e interactúan con el presente y la historia narrada en el libro.
De forma minuciosa pasando de una extrema sensibilidad a imágenes terriblemente fuertes Tom Ford construye este filme que muestra dos historias muy diferentes, pero donde el eje es el mismo: la violencia y la brutalidad que podemos ejercer sobre otros. La violencia puede ser ejercida de forma física y brutal, casi salvaje, o dosificada en palabras y acciones que de a poco destruyan a quienes más amamos.
Como un circulo vicioso quien fue víctima de una enorme violencia emocional la devuelve en forma de libro, y su primer lectora será la víctima, cuando la historia le revele quien es ella realmente, detrás de su sofisticada vida.
Amy Adams encarna a una mujer silenciosa, fría, que atraviesa todo tipo de emociones que trata de mantener escondidas, Jake Gyllenhaal interpreta a dos hombres diferentes y en ambos realiza excelentes interpretaciones mostrando el dolor más visceral; además de la dupla protagónica el filme cuenta también con grandes interpretaciones entre las que se destacan Aaron Taylor-Johnson como un sádico criminal, y Michael Shannon, quien encarna a Bobby Andes, un policía texano, bruto y simple con una particular idea de la justicia.
Tom Ford como ex diseñador tiene una interesante relación con la estética en sus filmes, esta vez deja de lado la perfección casi publicitaria que podía verse en "The Single Man" para abrir la paleta a imágenes que pueden ir desde un impecable minimalismo donde el rojo está en un lugar perfecto, para pasar a una paleta sucia donde hasta la mugre de un matadero puede convertirse en un cuadro. Así el filme comienza con grotescas imágenes de mujeres gordas bailando que son parte de una sofisticada performance en una galería de arte donde los invitados pasean y toman vino, entre las obesas protagonistas del vídeo que yacen espaldas arriba, y son observadas como objetos, mientras se oyen de fondo frívolas conversaciones sobre nada.
Las fuertes imágenes del comienzo, son una gran introducción para esta película basada en la novela "Tony & Susan" de Austin Wright, que combina el thriller oscuro con el melodrama, lleno de tensión, por momentos exagerado, pero con una sofisticada y cruel historia de venganza.