¿Qué podemos pedirle a Annabelle 2? Teniendo en cuenta sus predecesoras, El Conjuro (2013), Annabelle (2014), la más floja y aburrida, y El Conjuro 2 (2016)? ¿Originalidad? No, pero al menos la explicación de todo, el “ansiado” génesis.
En esta secuela (que en realidad es la precuela de la de 2014), un matrimonio (Anthony LaPaglia y Miranda Otto ) pierden tragicamente a su pequeña Annabelle, y doce años después, deciden acoger en su casa a una monja y un grupo de niñas tratando de convertir el lugar en un orfanato, y de alguna manera salir adelante (qué mala idea tuvieron ¿No pensaron que no les convenia?) Toda esa situación despertará el mal instalado en la casa, y en la muñeca, que el mismo padre creó con sus laboriosas manos una década antes. Casi al final de la película contarán como llegaron a eso, como el mal invadió la casa, para que no queden dudas, y para que todo cierre perfectamente.
El director sueco David F. Sandberg logra varias escenas de terror, todas bien llevadas, tampoco para saltar de la butaca, pero que incomodan al público. Ambientada en los años ´40 le da un toque más terrorífico, alejados de toda ciudad, y concentrando la historia en una gran y vieja casona de madera. Donde no hay celulares, y no puede googlearse nada. Tampoco hay recortes de diarios, solo la inocencia en las niñas. Siempre la fe y las cruces llenan los espacios, junto a la Santa Biblia. No hay mucho diálogo, eso no es molesto. Hay poca luz, pero también durante el día la presencia diabólica acecha.
Una franquicia que va a seguir funcionando (como hace años funcionó Chucky, y lo sigue haciendo, aunque sea para reirnos un rato) De igual manera no solo se habla de un muñeco, sino de toda la historia: la oscuridad y los demonios que existieron (¿y aun existen?)
La sobresaliente actuación de las niñas, suma a la hora de analizar esta película. En especial de Janice (Talitha Bateman), siendo la protagonista de la película, junto a Linda (Lulu Wilson), son lo mejor del film.
En Annabelle 2 nada de lo que suceda nos va a sorprender, siempre hay un niño poseído, siempre veremos a la entidad hacer movimientos extraños con el cuerpo, acompañado de estruendos que nos harán cerrar los ojos, y que nos recordarán a Linda Blair en El Exorcista.
Hay clichés, es una película de terror, por supuesto que esperamos que pase lo que finalmente pasa, no hay sorpresas, no hay un giro inesperado, pero aun así está bien lograda, y va atando cabos con el pasado, dejando puertas y ventanas abiertas para seguir con la historia. Apela a elementos básicos del género de terror, probablemente lo que el público no tan exigente quiere, pero funciona.