Scott Lang (Paul Rudd) vive en prisión domiciliaria tras los hechos de Capitan America: Civil War (2016). Su vida, ya lejos de lo que alguna vez fueron hazañas heroicas, cobra sentido al enfocarse, pura y exclusivamente, en lo más importante que tiene: su hija. Pero claro, los problemas vuelven y Scott tiene que ayudar a su mentor Hank Pym (Michael Douglas) con una deuda pendiente.
Ant-man and The Wasp es una entretenida película que logra captar la atención del espectador enfocando la aventura de un modo “barrial” en comparación con el enorme mundo que plantea el MCU (Marvel Cinematic Universe). Esta secuela es una película que muestra el lado B de una aventura paralela sin llegar a límites del peligro global. Antman 2 funciona de forma sólida y sin perder un segundo las probabilidades de entretenimiento.
Corriendo con la suerte de Spiderman: Homecoming (2017) esta aventura minimalista adquiere vitalidad tras el enfoque de interacción de los protagonistas. Paul Rudd y Evangeline Lilly funcionan como un dúo perfecto para la aventura; Michael Douglas devora sus escenas y recuerda su star power mostrando que los años no lo afectan; Michael Peña sorprende dejando atrás esa penosa e insoportable actuación que dejó en la primera Ant-man para darnos un personaje que evoluciona satisfactoriamente en su línea de Comic Relief y Michelle Pfeiffer es la nueva adición de gran nombre al universo Marveliano – aún así teniendo un screentime limitado -. Walton Goggins, Laurence Fishburne, Bobby Cannavale y Judy Greer acompañan muy bien. Ant-man and The Wasp posee una fortaleza absoluta en la química actoral.
De todas formas no todo brilla: Nuevamente Marvel no consigue dar en el blanco cuando hablamos del villano de turno. Hannah John-Kamen (Killjoys) da una buena actuación pero sufre un considerable golpe al interpretar un personaje subdesarrollado por un gran guión que ofrece maravillas aparte. Claridad absoluta con una mancha que, aunque no arruina la experiencia total, se distingue con facilidad.
Peyton Reed entrega una secuela que interesa en su lugar semi apartado en todo este gran lío que se presentó en Infinity War hace unos meses. Ant-man and the Wasp es como una vacación en el año Marveleano; como una ligera parada en turbulosos tiempos la película recuerda que las sorpresas no se terminan todavía.