Memoria llena de mentiras
Christine se levanta una mañana y no recuerda ni lo que comió ayer. Su memoria registra sólo 24 horas, y cuando despierta no sabe si quien duerme a su lado es el amor de su vida o su peor enemigo. Sobre esa trama transita el filme de Rowan Joffe, y al hablar de la pérdida de memoria es imposible no remitirse al menos a dos películas: "Hechizo del tiempo", con Bill Murray, también conocida por su nombre original "El día de la marmota", y "Como si fuera la primera vez", con Adam Sandler. La diferencia es que en en estas dos películas el tono es de comedia y el punto en común es que en las tres hay una historia de amor. Kidman, como Christine, hace suficientes méritos para darle credibilidad a una situación traumática que dista de ser creíble, y por momentos lo logra. Firth también cumple en su rol de esposo sufrido, o no, la trama lo irá revelando. Y el tercero en discordia es un médico, que la llama todas las mañanas para recordarle quién es y para indicarle que vaya a buscar al dormitorio una cámara fotográfica donde ella irá cargando datos a su memoria emotiva. La trama, sin ser novedosa, logra captar la atención del espectador, aunque hay ciertos vacíos en el guión sobre la actividad de la protagonista, que sería escritora, y los motivos que la llevaron a tomar sus decisiones sentimentales. El final invita a alguna lagrimita y redondea una película que se deja ver.