Dieciocho años pasaron desde que conocimos a Celine y Jesse, hoy ya son parte del inconsciente colectivo y acervo cultural. En 1994 los veinteañeros se bajaron de un tren en Viena y ni ellos ni nosotros volvimos a ver el amor como antes. La vida, los sueños, la muerte, la natural fluidéz de la charla, las miradas profundas, la tensión sexual y la sensación única y angustiante de saber que una conexión así sólo sucede una vez en la vida. Como todos los enamorados se prometieron cosas, volver seis meses después a la misma hora a la estación de trenes de la despedida, como todos los enamorados no cumplieron la promesa. Nueve años más tarde Jesse está infelizmente casado y padre de un niño. De paso por París presentando su libro (que versa sobre aquella noche Vienesa) se reencuentra con Celine, ahora militante ecologista y de novia con un reportero gráfico. Treintañeros, luego de ponerse al día revelan porqué no se encontraron en la estación seis meses después, Jesse fue, Celine no. Para agregar gasolina al fuego Jesse le cuenta que creyó verla caminando por New York desde el auto que lo llevaba a casarse. No serendipity aquí. Nina Simone canta “Me encontraste justo a tiempo” mientras Celine le advierte a Jesse que perderá su vuelo, el vuelo que los vuelva a separar, Jesse sonríe, él lo sabe, nosotros también, nada podrá separarlos de nuevo. Una nueva elipsis de nueve años… Jesse y Celine están casados y padres de gemelas. El peso de su historia juntos se muestra en cada escena, en cada dialogo rico, romántico, triste y realista. El fin de una soñada vacación en Grecia es el marco de este capitulo en la historia. Jesse y la batalla legal con su ex-esposa y la pérdida de rumbo en la carrera de Celine son los temas que empiezan a minar la relación. Pero hay algo más. Si “Sunrise” era acerca de la atracción instantánea y “Sunset” acerca de reavivar la magia “Midnight” es acerca de la dura tarea de una pareja para permanecer conectada emocionalmente. En definitiva el proceso de encontrar el amor de tu vida, la decisión de concretarlo, hacer que ese amor funcione, y mantenerlo vivo. Interpelar toda noción romántica y contrastarla con las complicaciones de la paternidad, el trabajo y los “cuarentas”. Seis escenas bastan. El aeropuerto, el auto, el almuerzo, la caminata, el hotel y el bar junto al mar griego. El Kiarostami de “Certified Copy” resuena en escenas como la de los juegos de roles, Rohmer en las sobremesas. Linklater apunta alto y acierta en todo. No se puede definir si la pelicula es brillante por si sola o si son los años y los dos fims anteriores lo que hacen a este final (final?) perfecto. Before Midnight nos rompe el corazón, nos coquetea, nos hiere gratuitamente, nos acaricia, nos regresa a la realidad, nos agrede y luego nos besa, nos pega un portazo, nos enoja, nos grita, nos contiene, nos hace ir a buscarla y nos enamora…de nuevo. Cuanto falta para 2022?.