After transporta al espectador a lo que muchos conocen como “un mundo de dolor”, no por el intento de adaptar una historia de pésima forma a la pantalla grande sino por demostrar que a veces mucho de estos reconocidos autores no merecen estar en un pedestal.
Encontramos a dos protagonistas que tratan de vivir un “romance” pero éste es simplemente un capricho por falta de experiencias de vida. Tessa (Josephine Langford) es una mocosa que su único problema en toda la película es cuando su madre le dice “te cortamos el flujo de dinero”, así de simple; lo que la gente comúnmente refiere como pendejada sucede en After. Al mismo tiempo Hardin, la otra cara de la moneda, es presentado como un monstruo misogino cuando toda la cuestión es por inexperiencia en general; el galán de novela en lo simple y claro, es un simple salame con tatuajes.
After de revolucionaria no tiene nada. Estamos ante una película que no presenta una historia competente que logre enganchar al público y sacuda las emociones a aquellos románticos que esperaban algo. Aquí simplemente no hay nada y las circunstancias se tornan aburridas. Para colmo y en defensa de lo indefendible: Twilight (2008) tenía vampiros que brillaban y hombres lobo – por lo menos era original y la gente sabía que se iba a encontrar con algo diferente, por más malo que sea, era diferente… – Christ, parece imposible, pero ésto es cierto!.
En esa multitud de ideas posibles Anna Todd fue lista; esta joven autora creo un universo nuevo, de personas que viven, pero no lo valoran, no se arriesgan y no consiguen ver que las decisiones que toman no significan nada, simplemente son personas aburridas, egocéntricas que merecen vivir penurias – y las merecen – por el simple hecho de que aún no saben nada de la vida. Anna Todd ahora tiene dinero y fama… miren lo lista que fue al crear After.
After intenta convencer a la gente de que se va a encontrar con algo inolvidable – por un lado lo logra – pero no de la manera en lo que se busca; After es inolvidable en su pésima realización, así mismo actuaciones, edición y casi todo lo que la rodea. ¿Algo positivo? Bueno, estamos ante el retorno musical de Avril Lavigne en pantalla grande, eso llama la atención, pero el resto… el resto es inolvidablemente malo y es una mancha profesional.