Sin dudas, Ben Affleck es mejor director que actor. Un narrador clásico, que pone a la historia y a los personajes por encima de todo; pero sobre todo, un realizador con una visión personal, un autor a seguir. Atracción peligrosa (título que acá le pusieron a The Town) es una prueba de ello.
Si bien la historia es muy conocida —un criminal (más precisamente, un ladrón de bancos) que encuentra la oportunidad de redimirse cuando se enamora de una chica que tuvo como rehén—, está en el cómo el encanto de la película. Primero que todo, funciona como un fresco de los suburbios de Boston: la idiosincrasia de su gente, la familia, los amigos, los “buenos”, los “malos”... Pero, sobre todo, la importancia que se le da a los códigos. Por más terribles que sean los actos que uno cometa, mucho peor es ser un soplón (“Ratas”, como le dicen los lugareños).
Por supuesto, además del drama y el romance hay tiroteos y persecuciones digas del mejor William Friedkin. De hecho, estas secuencias están filmadas con un tono realista, sin florituras ni movimientos de cámara delirantes. Ya mencionamos las prioridades del Ben Affleck director.
¿Y B.A. como actor? Esta vez, a diferencia de Desapareció una noche, su ópera prima, protagoniza su propio film. No está mal. Dentro de su limitado rango actoral, se desempeña muy bien. Una labor naturalista. Ayuda bastante el hecho de que se haya criado en Boston, en los mismos lugares que retrata en sus creaciones (que incluyen el guión de En busca del destino, que escribió con Matt Damon y que les mereció el Oscar por ese rubro).
Mejor es el trabajo del resto del elenco. La actriz inglesa Rebecca Hall, con su talento y su belleza simple, no inalcanzable, cautiva a Dough —el personaje de Aflleck— y al espectador. Jon Hamm, famoso por su Don Draper de la serie Mad Men, interpreta a un agente del FBI tras la pista de los asaltabancos. Hamm está cada vez más en boga, al punto que se lo relacionó con la nueva película de Superman que prepara Zack Snyder. Pete Postlewhite y Chris Cooper aparecen pocos minutos, pero se lucen en el rol de semidioses en el arte de los atracos (aunque Cooper, quien encarna al padre de Dough, esté en prisión, donde la pasa muy mal).
Jeremy Renner merece un párrafo aparte. Si bien actúa desde hace tiempo, su rol del sargento William James en la Oscarizada Vivir al límite lo consagró como un actor clase A. En Atracción peligrosa le pone el cuerpo y el alma a Jem, amigo —casi hermano— de Dough; un hijo pródigo de esa zona, un individuo salvaje capaz de explotar en cualquier momento, pero también un ser humano con principios, dispuesto a dar la vida por los suyos, como toda persona con algo de códigos. Al verlo ajusticiar a quien se le cruce, ametralladora en mano, hace pensar en que estamos ante la reencarnación de James Cagney. Otra actuación intensa la de Renner, quien será visto próximamente en Misión Imposible 4, en lo nuevo de Paul Thomas Anderson y en la esperada película de The Avengers, como Hawkeye.
Atracción peligrosa tiene serias chances de obtener varias nominaciones a los Oscar. Claro que uno nunca sabe hasta que llega el día del anuncio. Pero sí es seguro que en Ben Affleck hay un director a seguir. Esperemos verlo más detrás de cámara que delante (ojo, todo bien, pero...)