El cine de terror se encuentra en su mejor momento. O al menos en un momento en el que tenemos muchos productos de género. Y ya no hace falta que una película tenga un presupuesto de millones de dólares. Tanto en Estados Unidos, como en nuestro país se viene demostrando que con una buena idea y muchas ganas se puede lograr un producto interesante. Esto no implica que muchas veces las películas no tengan que luchar fervientemente para conseguir un estreno. Y es que "Ausencia" nunca llegó a los cines comerciales de su país pero pasó por varios festivales siendo bastante aclamada.
"Ausencia" es una película chiquita. Se percibe su aire independiente desde que comienza. Una cámara en mano que se mueve tranquilamente. El seguimiento a dos personajes distintos, dos actrices desconocidas. Un corte a negro que dura unos segundos. Y comienza la historia con estos dos personajes reencontrándose. Callie y Tricia son hermanas. La primera llega a la casa de la segunda en un momento muy particular. Ella sigue esperando, en vano, que aparezca su marido desaparecido hace ya 7 años y a quien está a punto de declarar muerto por ausencia. Callie estaría rehabilitada y regresa tras escaparse a viajar a la ruta para acompañar a su hermana en este momento. Y es que Tricia además está embarazada. En el barrio, mientras Tricia lidia con la sombra de su marido desaparecido que la acecha constantemente, Callie intenta refugiarse en su religión y sale a correr cruzando un túnel que desde su primer aparición se percibe como un umbral, por algo el fundido a blanco cuando lo cruza.
El director, Mike Flanagan, que ha trabajado bastante en tv, entrega un film que parece querer abarcar muchas perspectivas. Y es que si bien durante el film nos hace formularnos mil preguntas, muchas las va contestando, pero siempre se puede seguir indagando más hasta, incluso, lograr diferentes interpretaciones según como se lo vea. También intenta introducirnos (por momentos con más éxito que otros) a un clima digno de Lovecraft. El film genera unos pocos sustos pero sí hay un continuo halo de misterio, de suspenso, algo dando vueltas que no osa revelarse en su totalidad.
Intercambios. Seres sobrenaturales. Otra dimensión. Dios. Demonios. ¿Están en nuestra cabeza o realmente hay alguien o algo más ahí afuera acechando? ¿Quedarse con la respuesta más sensata o abrir la cabeza para ver que hay ahí? ¿Creer en lo que dicen, que son visiones a causa de alguna sustancia, o creer en que es real? Y es que los protagonistas también se encuentran ante estos dilemas.
Prácticamente no se derrama una gota de sangre durante la película, no lo necesita. La intención es siempre la de generar un clima de suspenso. De lo que no se ve. De la ausencia. La ausencia de quien fue el hombre de la casa. La ausencia de sus padres que probablemente fortaleció el vínculo entre hermanas. La ausencia de una respuesta concreta. La ausencia de un padre para ese bebé (Callie se pregunta quién es el padre del bebé que espera su hermana, claro de su marido desaparecido hace 7 años nunca podría ser). Ausencias.
Navegando entre el drama familiar y el terror sobrenatural, el estreno de "Ausencia" es una clara muestra de que no es imprescindible un gran presupuesto para poder filmar. Si hay pasión por lo que se hace, lo otro viene solo. Y por eso hoy celebro su estreno. Porque aunque el film tenga sus fallas (los diálogos del principio del film son bastante obvios aunque van mejorando a medida que se suceden; lo intricado de la trama probablemente nos hace perder otras cosas que el director puso ahí pero entre tanta capa no vimos; y por momentos se torne un poco monótono el relato) funciona, no dándonos aquello que por defecto esperamos en una película de terror, sino de una manera novedosa.