Anexo de crítica: Balada Triste de Trompeta (2010) comienza con dos payasos riendo y finaliza con dos payasos llorando, lo que acontece entre los opuestos es una suerte de melodrama psicótico ambientado en la repugnante España franquista. El siempre extraordinario Álex de la Iglesia condimenta el relato con humor negro, mucha sátira social y una multitud de detalles sádicos que nos reenvían al terror más enajenado: aquí se desata de golpe toda la locura que el cineasta definitivamente venía acumulando desde Los Crímenes de Oxford (The Oxford Murders, 2008). La carcajada y el dolor vuelven a fusionarse en una aventura imposible en la que predominan la belleza de Carolina Bang y ese proverbial amor por el despropósito…