Icono de los noventa por excelencia, “Baywatch” cautivó al público en más de 140 países durante 11 temporadas. Claro que fue con Pamela Anderson y David Hasselhoff y no con Dwayne Johnson y Zac Efron, que protagonizan esta versión deslucida y atontada. Resulta curioso que el director Seth Gordon, que se acertó en “Ladrona de identidades”, haya terminado haciendo un filme tan redundante y falto de gracia.
La trama del filme se asemeja a un capítulo de la mítica serie: los guardianes de la bahía van tras una magnate asesina que quiere adueñarse de todas las propiedades y prosperar con el narcotráfico. Así, se pasan el día investigando, atrapando ladrones y desmantelando cargas de droga, un trabajo de policías más que de socorristas.
¿El resultado? 120 minutos situaciones obvias como mostrar a mujeres voluptuosas correteando a cámara lenta por la playa, o chistes banales sobre partes íntimas o fluidos corporales. Y como si fuera poco, hay muchas alusiones a la homofobia, lo que revela que “Baywatch” es sexista.
Entre las escenas de acción y las pruebas que deberán pasar los novatos socorristas para salvar a la bahía, aparece un flashback con la presencia de Hasselhoff, que protagoniza una escena cuasi bizarra, y por último, Pamela Anderson, si logran reconocerla...