El arte del duelo
¿Qué pasaría si pudiéramos hablar con la muerte? ¿La insultaríamos? ¿Y si nos encontraríamos con el tiempo? ¿Le agradeceríamos por ser un regalo o una condena? ¿Y si estuviéramos sentados cara a cara con el amor? ¿Le leeríamos una libro de quejas, no? Howard pudo hacerlo. El protagonista de esta película, interpretado por Will Smith, se encuentra en una profunda depresión porque su hija, de apenas seis años, acaba de morir a causa del cáncer. Por lo que sus socios (Kate Winslet, Edward Norton y Michael Peña) intentan ayudarlo con una extraña idea: contratar a tres actores para que interpreten a tres cosas abstractas a las que este hombre en pleno duelo les escribe cartas. Ellos son la muerte, interpretada por la extraordinaria Helen Mirren, el amor, a cargo de Keira Knightley, y el tiempo, encarnado por Jacob Latimore. La interpretación de Smith está un poco deslucida, dejando en claro que sus mejores interpretaciones están ligadas al humor. En ese sentido, este drama ambientado con el espíritu navideño neoyorquino sobre las enfermedades terminales y el duelo, pretende ser demasiado efectista con cada frase, y eso, aunque por momentos logra empatía con el espectador hasta llevarlo a las lágrimas, termina restando y dando lugar a un relato demasiado trillado.