La ópera prima de María Eugenia Fontana es el musical Bien de familia que gira alrededor de una familia que intenta volver a unirse.
Lo primero que se puede decir de la película de María Eugenia Fontana, es que la idea de hacer un musical en nuestro país todavía es rara y novedosa. Bien de familia es además una película chiquita, que demuestra que no necesita grandes locaciones ni coreografías multitudinarias para lograr su cometido.
Con una muerte, la del padre, comienza esta historia en muchas partes cantadas. Esa muerte pone a dos hermanas en situaciones más incómodas y presionadas, y trae de vuelta al pueblo a Marcos, el hermano que se fue porque su padre nunca lo hizo sentir del modo que necesitaba sentirse con su padre.
En escena tenemos a la hermana responsable y trabajadora, pero también autoritaria y bastante reprimida; la hermana menor, que intenta imitarla pero no se esfuerzan en hacerle saber que las cosas no le salen bien y la tía que fue como desterrada de la familia por rara es la única que de repente se le acerca; el hijo que regresa al pueblo algo así como por obligación y sólo piensa en querer irse al mismo tiempo que conoce a una chica que inmediatamente le gusta. No obstante el otro protagonista es un tren de la alegría. Perteneció al hombre que acaba de morir y los hermanos no se ponen de acuerdo para venderlo y la lucha se verá reflejada más que nada sobre este objeto.
Si bien es un musical, en Bien de familia no predominan las escenas cantadas pero sí las hay unas cuantas, algunas más mejores que otras. Se destaca principalmente una en la que la hermana menor junto a su mejor amigo cantan sobre la caza en el bosque al mismo tiempo que Marcos tiene sexo salvaje con la chica que acaba de conocer y quedó encandilado; una secuencia muy lograda tanto a nivel narrativo como visual. Sin embargo, en otras, quizás también a causa de un presupuesto acortado, el abuso de planos cercanos no termina de aprovechar la idea del musical como tal.
Otro problema es que en conjunto, el guión tiene un buen planteo inicial pero luego no termina de aprovechar lo que sugiere y la resolución termina sintiéndose apresurada al mismo tiempo que previsible.
Sin dudas, Bien de familia es una propuesta arriesgada y con buenas intenciones. Curiosa aunque floja a nivel guión, interesante para quienes quieran ver algo diferente sin muchas pretensiones.