En este documental de Lorena Yenni, Fernando Birri es la figura que sobrevuela todo su trabajo. Por ser el precursor del nuevo cine latinoamericano. Por la escuela que dirigió en Rosario. Por su trabajo en la escuela de San Antonio de los Baños en Cuba, Por su ideario en Festivales y encuentros. Por sus película “tire dié” y “Los inundados” .Por el centro cultural que se amo en torno a la estación de tren abandonado, junto a un vagón como el que se utilizo en su mítica película donde los chicos piden una limosna. El recuerdo, el detrás de escena de su última dirección y por sobre todo los testimonios de un tiempo ido y la enorme influencia en el presente de un cine que no se rinde. De un movimiento cultural que supo ser y es fuerte. Un buen trabajo que no se detiene solo en el homenaje, valioso.
El cine como compromiso social El documental de Lorena Yenni indaga en la figura de Fernando Birri, cineasta esencial dentro de la historia del cine argentino. Con películas como Tire dié (1960) o Los inundados (1962), Fernando Birri se aseguró un lugar central en el cine latinoamericano, sobre todo aquel que pondera el trabajo y la reflexión sobre la materia social. El mérito del documental BirriLata, una vuelta en tren (2015) es que trasciende ese pasado e indaga en la manera en la que Birri dejó su marca. Para eso no sólo se concentra en entrevistas a colaboradores y amigos, sino que además retrata parte del equipo de trabajo de su última película, El Fausto Criollo (2011). Suele ocurrir que este tipo de trabajos documentales van apenas un paso más allá de lo meramente informativo. Algo de eso ocurre aquí, en principio por la ausencia (intuímos, adrede) de Fernando Birri, quien aparece en pequeños fragmentos de otros films. Las entrevistas esbozan la imagen de un cineasta comprometido. Muchas veces son acompañadas con imágenes en las que observamos el trabajo de un artista plástico que genera dibujos con un polvo oscuro que, con suma destreza, arroja sobre una tela o papel blanco. Es una buena y potente metáfora del tipo de trabajo del propio Birri. Yenni traza conexiones entre Birri y el conjunto de grandes directores comprometidos de todo el continente; amplía su figura a través del diálogo entre hacedores de festivales y diversos espacios de pensamiento. Otro capítulo fundamental refiere a los ’90 y a su herencia neoliberal, al intento de impulsar un centro cultural en la Estación de Trenes de Santa Fe (menemismo mediante, sin función alguna), a su destino incierto y posterior reactivación cooperativa apadrinada por el mismo realizador. En suma; un trabajo conciso, austero y bien documentado.
Birrilata, una vuelta en tren: tras los sueños Santafecino, titiritero y poeta, Fernando Birri fundó, en 1956, la primera escuela de cine documental de América latina y de ella nace Tire dié, convertido ya en un emblemático film. Con este inicio la directora Lorena Yenni recorre la trayectoria de Birri como cineasta y docente, pero también de un nuevo modo de hacer cine basado en el empeño de directores de América latina. Birri, sin embargo, es la figura central del film y una cámara atenta acerca a quienes convivieron con él durante toda su trayectoria. Cálido, este film es, pues, un merecido homenaje a ese hombre que hizo del cine su vida y que, poeta al fin, se preguntaba cuáles son los sueños que aún no hemos soñado.
Fernando Birri y los militantes de la imagen En medio de un renovado debate sobre las políticas cinematográficas nacionales el estreno de “BirriLata, una vuelta en tren” rescata una importante experiencia del cine nacional y latinoamericano, relegado y ocultado por la invasión constante de las imágenes norteamericanas en las pantallas nacionales. Fernando Birri, el fundador en 1956 de la primer escuela de Cine Documental de Latinoamerica, con una reconocida trayectoria de realización y enseñanza audiovisual filma su más reciente película “El Fausto Criollo” sin ningún tipo de apoyo del Incaa. Desde el backstage de esta producción podemos recorrer hacia atrás en el tiempo la historia de la reconocida Escuela de Santa Fe, el recorrido de Birri y su influencia en todo el Nuevo Cine Latinoamericano. Desde su primer film escuela “Tire Dié” (1960) donde alumnos y maestros trabajan juntos para cuestionar y transformar la realidad, pasando por otro ejemplo como “Los inundados” (1962), que fue un éxito de taquilla, y recorriendo su obra con fragmentos de sus películas realizadas en el exilio y tan innovadoras como ORG, para volver al lugar de origen con el rodaje de "El Fausto criollo" que retoma la experiencia colectiva sumando la participación de los chicos de las escuelas vecinas. Otro capítulo importante es la experiencia pedagógica, la Escuela de Santa Fe tuvo su continuidad en la fundación de la Escuela Internacional de Cine y TV en San Antonio de los Baños, Cuba, allí Fernando llena de entusiasmo a nuevas generaciones de jóvenes realizadores a quienes convoca a soñar, a enfrentar el imaginario de la ideología dominante y a convertirse en "militantes de la imagen". Con testimonios de sus alumnos y compañeros, junto a material de archivo audiovisual y gráfico, y la participación de importantes referentes del cine latinoamericano como Alfredo Guevara, Dolly Pussi, Gerardo Vallejo, Jerónimo Labrada, entre otros, se va construyendo un panorama de un movimiento extenso y transformador. Fernando Birri aporta sus reflexiones, se rescatan distintos momentos a través del archivo y es destacado como uno de los precursores de este movimiento. La película tiende puentes de esta historia con la experiencia del presente en el centro Cultural "El Birri" en la ciudad de Santa Fe, un espacio creado con el apoyo de Fernando que impulsa diversas iniciativas artísticas de forma independiente. "BirriLata" retoma también influencias del cine que rescata en su propia forma narrativa, un recorrido geográfico actual de Santa Fe se cruza con la "radiografía social" de TireDié; las inundaciones de los últimos años y las consecuencias de las políticas de ajuste se expresan en imágenes actuales que pueden relacionarse con el archivo histórico. Las originales animaciones dan lugar a reflexiones y trasmiten las palabras de Fernando para interpelar al movimiento de cine en la actualidad. Su pregunta final: “¿Y cuáles son los sueños que aún no hemos soñado?", es un llamado a desafiar las imágenes dominantes y continuar renovando el cine en los tiempos que corren.