Siguiendo la estética y la temática oscura de "La Chica de la Capa Roja" (Red Riding Hood, 2011), la industria cinematográfica ahora nos ofrece una nueva adaptación -distinta y con un giro más que interesante- de otro clásico cuento de hadas, en este caso "Blancanieves".
Dirigida por el británico Rupert Sanders (un premiado realizador de comerciales que debuta en el ámbito del cine con este film), "Blancanieves y el Cazador" contiene todos los conocidos elementos del relato creado por los hermanos Grimm (el espejo mágico, la manzana roja, la reina malvada y los siete enanos) a la vez que introduce en su trama algunos otros que reinventan tanto la historia como su protagonista.
En este caso, a una Blancanieves (interpretada por Kristen Stewart) mucho menos víctima y con más actitud decidida y rebelde que termina convirtiéndose en la líder de un ejército que lucha en una impresionante batalla para recuperar el trono que le pertenece -que es usurpado por la villana de turno- y así sanar una tierra devastada por la oscuridad y plagada de maldad.
Todo se origina cuando cuando su madre (Liberty Ross), muere como consecuencia de una enfermedad. Su padre, el Rey Magnus (Noah Huntley), combate su profunda tristeza y depresión contrayendo matrimonio con Ravenna (una excelentísima Charlize Theron), una mujer poderosa y con segundas intenciones.
En la misma noche de bodas, quien se convierte en la reina malvada mata al rey (el espectador conocerá los motivos por los cuales lo hace) y encierra a Blancanieves en la torre más alta del castillo. Ravenna, quien mantiene su belleza absorbiendo la juventud de las doncellas del reino, se reserva a la más bella de todas para el final.
Claro que no cuenta con que Blancanieves logra escapar, y en su huia termina en el bosque tenebroso, ese mismo al que el cazador (interpretado por Chris Hemsworth) es enviado a capturar a la muchacha. Pero, por el contrario, ambos se convierten en aliados, y en tierras alejadas y pobladas por gnomos, enanos y hadas, el dúo cruza su camino con los clásicos y diminutos personajes que aquí son interpretados por un grupo de destacados actores británicos: Ian McShane, Bob Hoskins, Ray Winstone, Nick Frost, Toby Jones, Eddie Marsan, Johnny Harris y Brian Gleeson. Ellos también forman parte de la odisea y brindan su ayuda.
Sin duda, esta película es muy lograda en todos sus aspectos, aunque el guión escrito por Evan Daugherty, John Lee Hancock y Hossein Amini pasó por alto un elemento esperado en este tipo de producciones: el romanticismo y un problemático triángulo amoroso; pero le damos crédito por jugarse a no desarrollarlo y darle prioridad a las vivencias de la protagonista.
En lo que respecta a lo técnico, cabe resaltar la dirección del propio Sanders, el diseño de producción, ambientación, vestuario, fotografía y estética; elementos acompañados por bonitos paisajes naturales.
Y en cuanto al elenco, que se completa con Sam Clafin como William, un joven duque, y Sam Spruell como Finn, el vengativo hermano de Ravenna, la joven, talentosa -y a veces tímida- Kristen Stewart (lamentablemente encasillada al personaje de Bella Swan de "La saga Crepúsculo") logra un correcto desempeño como Blancanieves, aunque es difícil no encontrar gestos propios de la actriz que se ven reflejados en los distintos roles que ha interpretado a lo largo de su carrera.